Yasuní

Vista elevada del bosque y río en el Parque Nacional Yasuní © https://www.grida.no/resources/3804/Peter Prokosch

Más de un millón de hectáreas de bosques tropicales húmedos situadas rio arriba del Amazonas y en buena parte todavía virgen conforman la selva del Parque Nacional Yasuní (PNY) y el área limítrofe Ishpingo-Tambococha-Tibutini (ITT). Es el área protegida más grande y más emblemática del Ecuador continental, situada en la intersección de la Amazonía, los Andes y la línea ecuatorial.

Sus anchos ríos que se desbordan con las lluvias torrenciales forman un laberinto. El río Napo, uno de los principales afluentes del gran río Amazonas, fluye por el norte del parque, mientras que el Curaraylo hace por el límite sur. Entre ambos ríos existe una compleja red formada por los ríos Tivacuno, Tiputini, Yasuní, Nashiño, Cononaco y Tigüino, que conforman la cuenca baja del Napo.

Biodiversidad

El bosque húmedo tropical amazónico del Yasuní es un santuario de biodiversidad incluso a nivel mundial y una de las reservas de mayor diversidad genética del planeta. En tan sólo en una hectárea se pueden llegar a encontrar 664 especies diferentes de árboles. Algunos que pueden alcanzar 50 metros de altura y troncos de varios metros de diámetro. Sus variadas especies tienen nombres como sangres de drago, cruz caspi, chunchos y cacaos de monte. Algunos, como los ceibos, los sangres de gallina o los canelos, forman enormes raíces que se abren en triángulo en la base del árbol.

Las cifras de biodiversidad son sorprendentes para varios grupos de flora y fauna, nunca antes registradas en área protegida alguna. En total, alberga más de 2.000 especies de árboles, palmas y arbustos, 204 especies de mamíferos, 610 especies de aves, 121 de reptiles, 150 de anfibios y más de 250 especies de peces. Se estima la presencia de al menos 100.000 especies de insectos, muchos de los cuales, hormigas y escarabajos.

Destacan grandes animales como el jaguar (Panthera onca), pumas, tapires amazónicos (Tapirus terrestris), osos hormigueros (Tamandua tetradactyla), el capibara, la anaconda y el águila harpía. Conviven con mamífieros más pequeños como mamíferos más pequeños como guatines (Myoprocta pratti), venados, tigrillos y cusumbos. Sorprenden las 12 especies de monos, grandes, como el mono araña, los chorongos y los aulladores y pequeños, como el leoncillo o mono de bolsillo, el primate más pequeño del mundo. Guacamayos y loros cruzan el cielo en grandes bandadas mientras tucanes, sigchas, comemoscas, carpinteros y gran variedad de colibríes andan entre el follaje. En los ríos y lagunas, como Añangu y Tambococha, viven los delfines rosados, pequeños delfines grises, manatíes y nutrias gigantes junto a tortugas, garzas y cormoranes. También son variados los peces, encontrándose cachamas, paiches, palometas, bocachicos, bagres, sábalos y tucunaris.

El Parque Nacional Yasuní, la Zona Intangible y el adyacente territorio waorani fueron declarados Reserva de la Biosfera Yasuní (RBY) por la UNESCO en 1989, con un total de 2.7 millones de hectáreas.

Clima

La altitud abarca la franja entre los 190 y 400 metros sobre nivel del mar. El parque pertenece a la ecorregión de los bosques húmedos del Napo. El clima se caracteriza por temperaturas cálidas con un promedio de 25-27ºC y ausencia de estación seca. El promedio anual precipitación es de 3.200 mm. Esta selva tiene una enorme significación para la conservación del agua y del clima, almacenando cada hectárea unas 200 toneladas de carbono.

Pueblos indígenas

Está habitado por los indígenas de la nacionalidad Huaorani o Waorani, Kichwa y Shuar y algunos grupos indígenas que viven en aislamiento voluntario, Tagaeri y Taromenane. Para protegerlos, se creó en 1999 la Zona Intangible Tagaeri-Taromenane (de 800.000 has).

Petróleo y otras amenazas

Dentro del Parque nacional Yasuní, en el campo Ishpingo Tambococha-Tiputini (ITT), existen reservas de petróleo. El petróleo ha conducido a una explotación irracional y a la amenaza de la biodiversidad y de la población local. El área donde se ubica la RBY es altamente vulnerable a los impactos del desarrollo de actividades como la explotación petrolera y las construcciones de vías, al igual que a las actividades ilegales, como la tala, la cacería comercial y el tráfico de vida silvestre.

Desafíos para la conservación del Yasuní

  • El aumento de la agricultura y la extracción ilegal de madera son ambas causas significativas de la deforestación.

  • La exploración y explotación de petróleo causan degradación del ecosistema y destrucción del hábitat, contaminando el agua y la tierra.

  • La apertura de vías y caminos secundarios facilita la extracción ilegal de árboles, el comercio ilegal de vida silvestre, la cacería comercial,

  • El crecimiento de la población y asentamientos ilegales en las áreas protegidas.

  • El cambio climático afecta a la distribución de las especies y incrementa la frecuencia y magnitud de lluvias torrenciales, sequías y enfermedades.

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