Impactos de la minería en las vidas y los cuerpos de las mujeres

Mujeres denuncian que proyectos extractivos generan violencia © Red Latinoamericana de Mujeres Defensoras

El feminismo también reflexiona sobre extractivismo y su impacto sobre las mujeres, con el objetivo de elaborar como mujeres una visión válida para nosotras. Es importante intercambiar experiencias, pensar juntas, organizarnos para la resistencia y para el cambio.

El feminismo se hace presente en los espacios comunes en los que mujeres logran reunirse para hablar sobre lo que les pasa, sobre cómo se sienten frente a lo que les pasa y qué pueden hacer frente a ello. La familia, la educación/la Academia, los medios de comunicación o el relato (hegemónico) de la historia son mayormente y a menudo espacios patriarcales, clasistas y androcéntricos, aunque haya muchas feministas en esos espacios también.

La forma de feminismo relevante en este contexto es la que está en la calle, el barrio, en el pueblo, en el colegio, en el mercado, y se manifiesta en las actividades cotidianas. Ser feminista es reconocer que la sociedad patriarcal ejerce violencia sobre los cuerpos de las mujeres.

Contexto sobre mujeres y minería

Las materias primas (metales y minerales) se usan para todas las actividades de la vida moderna y la minería, que es la actividad extractiva mediante la cual se obtienen esas materias primas. Por diferentes motivos, la expansión de la minería en los últimos 30 años no tiene precedentes. Recientemente se ha comenzado a incluir la promoción de forma apremiante de una transición energética enmarcada en las políticas de nuevo pacto verde o New Green Deal. Cada vez hay más proyectos mineros, en lugares cada vez más remotos. Pero en todas partes vive alguien y en todas partes viven mujeres y esa actividad minero extractiva tendrá sobre ellas impactos específicos. El conflicto está servido. Afectadas en diferentes aspectos y por diferentes niveles de proyectos extractivos, la urgencia para tematizar estas cuestiones y actuar apremia. La minería está siendo una forma de violencia.

El machismo y el patriarcado con todas sus muchas fuerzas está en todas partes. En todos los tentáculos del capitalismo. No sólo en la industria extractiva y la minería cuyos proyectos y megaproyectos están en manos de hombres. También en la política, y en la forma en que se ejerce a través del colonialismo.

En todo el mundo, las mujeres desempeñan un papel crucial e indudable en la defensa de los territorios y de los derechos humanos frente al avance de la minería cuando esta, por los motivos que sea, se percibe como una amenaza.

Todo lo que sirve a los negocios en la naturaleza es visto como mercancía. También a las mujeres se consideran mercancía. En mi campo de estudio y acción presente no entra la cuestión específica sobre cómo la minería afecta a las mujeres trabajadoras en el área de la minería (mujeres mineras). El tema es interesante, pero no forma parte de mis análisis. En estos casos, las empresas se adjudican el mérito de “dar trabajo a la mujer”, mientras que subordinan a la mujer o utilizan su imagen para vender su producto, sus intenciones o sus bondades.

Datos estructurales sobre la violencia

La violencia se desprende del sistema patriarcal y es machista.

ALGUNOS DATOS que afectan a las vidas de las mujeres, de la investigación de ONU (2019) sobre homicidios en el mundo

  • El 75 % de las personas pobres del mundo son mujeres.
  • + del 75% de las tareas de cuidado de otras personas (niños, enfermos, mayores) están a cargo de mujeres. Son madres.
  • Casi el 90% de los abusos sexuales son perpetrados por hombres
  • Matan y son asesinados mayoritariamente hombres1, de tal manera que 8 de cada 10 personas asesinadas son hombres
  • El mismo estudio menciona explícitamente: en Afganistán, p. ej., más del 70% de todos los delitos graves, incluido el homicidio, son causados por disputas de tierras
  • Las personas pobres y que llevan las tareas de cuidado tienen una tendencia a “hacer lo que hay que hacer” y sostienen el mundo renunciando, sacrificándose
  • La exclusión política, corrupción y distribución desigual de recursos e incluso el cambio climático que provoca por ejemplo sequía (caso de Chad) han sido identificados como factores que intervienen en la existencia de violencia y homicidio.
  • El conflicto por los recursos siempre ha sido un importante impulsor de la violencia, tanto a nivel interpersonal como nacional”.3 Hay ejemplos claros:
  • 95 de cada 100 asesinatos los cometen hombres.2

Además, las mujeres y las niñas representan el 48 por ciento de las personas migrantes internacionales.

Estos datos tienen significación en el campo de análisis que nos ocupa.

Defensoras y defensores amenazados: informe de Global Witness

El conocido informe de Global Witness, registra las personas asesinadas en el mundo, en 2020, en relación con la defensa del medio ambiente

  • Más de 1 de cada 10 personas defensoras asesinadas en 2020 eran mujeres. Según el análisis global de Front Line Defenders, en 2020, fueron 44 las mujeres defensoras de derechos humanos asesinadas (de un total de 331 personas).
  • Desde 2015, más de un tercio de los ataques se relacionaron con la explotación de recursos (forestal, minería y agroindustria a gran escala), represas hidroeléctricas y otras infraestructuras. Es probable que esta cifra sea mayor, ya que las razones de estos ataques a menudo no se investigan ni se reportan adecuadamente. 17 habrían sido los ataques relacionados con minería en 2020
  • GW destaca además que quienes actúan y se manifiestan también pueden enfrentar amenazas específicas de género, incluida la violencia sexual.”
  • América Latina: 165
  • África: 19
  • Norteamérica: 1
  • Asia: 41
  • Total: 226

El rol de la mujer en la defensa de la tierra en América Latina

La siguiente tabla consiste en una lista tareas cotidianas y habituales de las mujeres, a las que se suman obstáculos y ataques frecuentes en el contexto extractivista, y se suman además diferentes amenazas habituales.

Leyendo la tabla de izquierda a derecha y sumando las tareas a los obstáculos y amenazas obtenemos la carga y sobrecarga que sufren las mujeres en su vida cotidiana en relación con la minería. Las tareas tienen en la tabla obstáculos asociados, pero las amenazas pueden darse junto a cualquiera de las tareas y obstáculos.


EN EL CONTEXTO DE RESISTENCIA A LA MINERÍA

VIDA COTIDIANA

Tareas y esfuerzos asociados

CARGA

Obstáculos y ataques crecientes

SOBRECARGA

Amenazas a las defensoras

Se pueden dar en todos los ámbitos de las dos categorías anteriores

Todas las que recaen sobre los hombres y +

Producir y reproducir la vida de la familia Pesada carga recibida en primer lugar por el rol de género asignado (madre y esposa), no remunerada, a menudo superpuesta con gran número de otras responsabilidades.

Sobrecarga de trabajo.

Hay amenazas específicas por ser mujeres, en el contexto del “patriarcado y la heteronormatividad, la ideología de género, los fundamentalismos, la militarización, la globalización y las políticas neoliberales “1

Diversos tipos de violencia física y psicológica como

-Violencia sexual2 (que en gran parte no se denuncia) y que puede utilizarse a su vez

-Táctica de silenciamiento. Así se crean

-Campañas de difamación, p.ej. con contenido sexista o sexual

-Campañas de desprestigio

-Malos tratos

-Estigmatización cuando se ocupan puestos de liderazgo (contrarios al rol de género asignado); faltas de respeto con respecto a usos y costumbres tradicionales, como vestimenta.

-Ataques (p.ej. Con gas lacrimógeno) y agresiones en el contexto de su activismo

-Interrogatorios, detenciones, arrestos3 y acoso judicial4.

-Redadas, criminalización y/o reclusión (cárcel) para ellas o para los hombres de la familia, no exento de impacto sobre la vida de la mujer (caso de 8 hombres encarcelados en Guatemala).

-Vigilancia y acoso, hostigamiento y hasta amenazas de muerte, intentos de asesinato o asesinato

-Desapariciones forzadas.

-Deportación o prohibiciones de viajar

-Exclusión política y de procesos organizativos, silenciamiento

En todo lo mencionado, impunidad.

Todas estas amenazas crean una vulnerabilidad especial

Cuidado de la vida y la salud La propia violencia

Contaminación por minería (mercurio5, metales pesados, cianuro, arsénico, uranio en agua y/o aire) de las comunidades, perjudicando a las familias, principalmente a las que dependen de la tierra para su sustento.

Proteger la tierra y de ella obtener alimento, agua potable, medicina y energía.

Preparar abono, controlar las plagas.

La tierra es fuente de vida.

Los territorios se concesionan como si estuvieran vacíos.

Destrucción de los medios locales de vida

Desplazamientos forzosos

Crisis climática

Guerras por los recursos

Otras violencias, como p.ej. la tenencia insegura de la tierra por apropiaciones de tierras y la falta de acceso a la tierra

Poder permanecer en el territorio es motivo de lucha.

Junto a la propiedad de la tierra, el “territorio” es portador de otros valores más integrales que trascienden el aspecto productivo de la sola tierra. Incluyen cuestiones relacionadas con la afectividad, la identidad y otros valores.

Cuidar el agua y la biodiversidad, el bosque y otros ecosistemas, realizarse cultural, espiritual o religiosamente.

Dificultades en el acceso a la tierra, tanto por la estructura social y política, colonial, injusta, como por el acaparamiento por parte de las empresas, que se superpone a problemas previos.

Desplazamiento o reasentamiento involuntario

-P.ej. en Brasil:

El problema del acceso a la tierra es estructural y está marcado por la concentración de la propiedad.

Mientras, en otros lugares, la propiedad se transmite por vía masculina y está a nombre del hombre de la familia, a pesar de que las mujeres trabajan de igual modo pero no son titulares de las explotaciones. Problemas patriarcales que se entrecruzan…

Actividad económica local, centrada en la comunidad y el medioambiental Imposición de una determinada idea de “desarrollo”, basada en (mega)proyectos de empresas grandes corporaciones poderosas, en una lógica no sólo machista, sino también racista y colonial.

Efectos en la migración: poco estudiada la relación entre el extractivismo y la migración, pero seguro hay fuerte relación y consecuencias

(acontecimientos en la Frontera Sur de Europa, migración de Sudamérica y Centroamérica hacia Norteamérica)

Luchar por la justicia social y ambiental y los derechos de las comunidades

Uso de los mecanismos disponibles.

Protestar, movilizarse, presentar denuncias a nivel local, regional e internacional para impedir de raíz la instalación de la minería.

Tejer redes

Erigirse en líder de una lucha social y política

Construcción de diferentes formas de un Derecho a Decir NO (a decidir en democracia y libertad) de acuerdo a la ley

Al mismo tiempo que se cuida de la familia, una casa, se mantiene un trabajo o un empleo o unos estudios es muy difícil.

Impacto sobre el cuerpo que se sitúa en primera línea.

Las mujeres, sus comunidades y organizaciones se encuentran en desventaja frente a los actores extractivos que cuentan con dinero, poder y apoyo político y mediático.

Sufrimiento

Stress

Actividad profesional Estigmatización, machismo, techo de cristal.

Desprendimientos generales de CASOS en Latinoamérica

La Red Latinoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Sociales y Ambientales

Desde aproximadamente 2014, estamos en contacto con la Red Latinoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Sociales y Ambientales. Comenzamos acompañando el caso de Máxima Acuña, una mujer campesina en Perú, Cajamarca, cuya vida, familia y tierra están amenazadas por las actividades y el proyecto de la empresa minera Yanacocha. Máxima no quiso vender sus tierras, y ahí empezó su calvario y su sufrimiento. Varios juicios, destrucción de su casa, muerte de sus animales, agresiones y una larga lista de daños. En 2017, Máxima había ganado los juicios contra la empresa. En 2016, Máxima ganó el Premio Goldman, lo que no garantiza su seguridad, como demostró después el caso del asesinato de Berta Cáceres.

Estas dos mujeres se hicieron muy conocidos, gracias, en parte, al Premio Goldman, que dio a sus casos cobertura mediática. Las experiencias de estas mujeres permiten un acercamiento a cómo es la vida y la resistencia, y sobre todo las amenazas que confrontan otras miles de mujeres anónimas que viven cerca de proyectos extractivos y mineros en sus territorios.

El trabajo de la Red de Mujeres Latinoamericanas que acompañamos durante 2021 y 2022 ha documentado por su cuenta 25 casos en América Latina en Guatemala, El Salvador, Honduras, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Perú.

Dicen: "La economía es masculina. Los hombres le dan forma, la aplican y priorizan las actividades."

Particularmente la minería aparece como portadora de violencias múltiples para las mujeres:

  • Las violencias tienen fines se dan como consecuencia de la imposición de la actividad. A menudo tienen fines de intimidación.
  • El trato de y con las mujeres y sus comunidades es agresivo, produce disputas territoriales tanto en las vidas como en los cuerpos de las mujeres.
  • Los impactos son físicos: contaminación, salud (cáncer) sobrecarga de labores (necesidad de cuidados aumenta si hay minería), violencia incluida la sexual y otras.
  • Son además afectivo-emocionales: se produce separación familiar, ruptura de procesos organizativos comunitarios, salud (depresión, tensiones, angustia), impedimento de la realización de la espiritualidad
  • Y también afectan al territorio, y a este en su relación con los cuerpos: falta o contaminación del agua (estrés hídrico), falta o contaminación del alimento, ambos necesarios para la vida de las mujeres y sus familias y de sus animales. Aquí también entran muchos cambios sociales (en las costumbres), culturales, económicos y transformaciones del paisaje impuestos por el extractivismo minero (destrucción de ecosistemas, degradación de suelos).
  • Las organizaciones también sufren consecuencias: debilitamiento por criminalizaciones, persecuciones, denuncias, procesos judiciales. Conducen a debilitamiento y ruptura del tejido organizativo (sobrecarga de trabajo para la defensa), comunitario (enfrentamientos entre vecinos) y familiar. En ocasiones, la violencia es armada (Colombia, Centroamérica, México)
  • En consecuencia, las mujeres viven estos proyectos como despojo.
  • Ante el extractivismo, el Estado juega un rol importante como promotor del ingreso de grandes corporaciones transnacionales y prácticamente ningún rol de defensa de los derechos humanos. En la mesas de negociación de las políticas y proyectos mineros sólo se negocian los “recursos naturales” como tales. El modo de vida elegido y deseado por las mujeres y todo lo que implica no está en ninguna negociación.
  • Es más, el trato de la naturaleza es utilitarista y monetario.
  • Las empresas se posicionan con promesas de “progreso” y “desarrollo”, que en realidad son lejanas y contrarias a los anhelos territoriales. Al mismo tiempo, las producciones locales y el comercio local se sub-valora.

Además

  • Creciente misoginia y sexismo, vinculado al auge del populismo (Brasil, EEUU), el fundamentalismo y el extremismo violento. Resurgimiento de discursos conservadores que propugnan que el papel de la mujer debe limitarse al ámbito privado, a la familia y la procreación.
  • El punto culminante de esta tendencia se ha visto en el regreso de la prohibición del aborto en los EEUU, algo totalmente inesperado y que parecía imposible. Esta amenaza planea ahora sobre nuestros países también.

Ante la violencia, es urgente construir resistencia feminista y lograr cambios

Lo primero y más importante es: cuando una mujer o un grupo de mujeres dicen que NO a algo, significa que no quieren eso a lo que se niegan. La imposición, de eso (lo que sea), es violencia estructural.

Lo estructural es muy difícil de cambiar. En el camino al cambio que perseguimos RESISTIR, construir RESISTENCIAS es una de las alternativas que nos quedan.

Creo que nadie elegiría voluntariamente “resistir a la minería” como actividad a la que ocuparse, sino que la necesidad de la resistencia viene dada con la imposición de proyectos en los territorios en los que vivimos y a los que queremos dar otros usos.

¿Cómo se construye resistencia? ¿Con que herramientas contamos (o no)?

Contamos con esta certeza: hay mujeres que dicen NO a la minería, lo que lo convierte en un tema de discusión y acción importante.

Los impactos generan resistencias físicas pero también analíticas y teórico políticas feministas. Generan pensamiento.

La resistencia comienza en las bases, en las organizaciones locales, entre las personas directamente afectadas. En un espacio pequeño, necesita ser íntimo y seguro. Allí se gestan posiciones personales y políticas, se analizan las líneas rojas y se elaboran las demandas y primeras estrategias, locales. Se organizan movilizaciones.

Las campañas, denuncias y movilizaciones requieren de visibilización y difusión a diferentes niveles: local, nacional e internacional (ahí es donde entran en juego las organizaciones contrapartes).

Este segundo momento ayuda para la articulación e intercambios entre conflictos. La creación de redes.

Para las mujeres está claro que sin justicia de género no hay justicia ambiental.

La resistencia es múltiple y sus fronteras no están definidas y las luchas se superponen y entrecruzan:

Hay mujeres que reivindican la igualdad de género, mujeres indígenas que defienden el medio y luchan por la tierra, la naturaleza o los derechos ambientales, mujeres de zonas rurales que se preocupan por la soberanía alimentaria. Otras mujeres presionan para obtener derechos socioeconómicos y cambiar las políticas. Hay resistencias por la paz, la libertad de elección o los derechos digitales o por la cultura. Mujeres migrantes y refugiadas necesitan luchar por sus derechos y su seguridad y mujeres sin hogar reclaman el derecho a la vivienda. Cualquiera de ellas pueden abarcar al mismo tiempo algunas de las otras formas de resistencia, según sus circunstancias.

Otro enfoque es el de la protección de los propios cuerpos, de los territorios que habitamos y así de los cuerpos-territorios, como cuentan desde la Red Latinoamericana de Mujeres Defensoras. Las mujeres no tenemos porqué ser ni responder a la idea de la mujer de la civilización occidental “desarrollada” (una idea que gira en torno a un determinado estándar de belleza que apunta a lo comercial, a vendernos cosas que tenemos que usar para emular ese estándar). Son posibles miles de enfoques diferentes. Yo creo que así como son miles nuestras motivaciones y también son miles los modos de respuesta. Las mujeres luchamos también por inclusión y respeto, por la dignidad de nuestros pueblos, a menudo saqueados y esquilmados.

Abogadas, periodistas, sindicalistas, mujeres políticas, funcionarias, académicas, mujeres de ONGs u organizaciones humanitarias, investigadoras, trabajadoras sanitarias que persiguen desde sus ámbitos de trabajo el respeto y cumplimiento de los derechos humanos corren -a pesar de las conquistas y los avances- riesgos en sus prácticas profesionales y activistas. Más allá de ataques específicos y diferentes formas de violencia, también suelen ser juzgadas según estereotipos de género y estigmatizadas, limitadas y cuestionadas. Muchas de estas mujeres realizan su labor de manera voluntaria. Otras, por diferentes motivos, no se auto identifican como defensoras de derechos. Son, según el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la situación de los defensores de los derechos humanos “las primeras a las que se ataca”9.

Son, somos, en general, mujeres anónimas para quienes creo que la principal motivación es la construcción de un mundo sin violencia, que sea un lugar mejor para nosotras, para nuestras hijas y nuestras semejantes.

Retos en los espacios organizativos y a la hora de la acción

Actualización constante

Es necesario para las mujeres conocer a fondo y entender las fuerzas ocultas tras la minería y el extractivismo y llevar a cabo un constante estudio y análisis desde el feminismo de todos los problemas que nos rodean: la cuestión ambiental en general, problemas ambientales, “Greenwashing” de la minería (instrumentalización), sistema energético, transición energética, crisis alimentaria y/o financiera, la pandemia y sus consecuencias, la guerra, etc.

Nuestra tarea es escribir y reescribir nuestros discursos acerca de las crisis que nos afectan, como los entendemos por nuestra parte y cómo podemos acometerlas. El auténtico desafío es construir un conocimiento colectivo que sea útil para nosotras y para solucionar lo que nos pasa.

Accesibilidad e idioma

El activismo internacional, global, de redes, se da principalmente en inglés. Muchas personas del Sur global no lo hablan, o tienen dificultades a la hora de utilizarlo, de moverse en esa lengua (el espacio de participación queda restringido para ellas)

Machismo en los espacios organizativos

¡OJO! La penetración del patriarcado es tal, que incluso muchas veces se vive dentro de los propios movimientos sociales y ecologistas que dificultan o impiden la acción libre de las mujeres como defensoras, y en los que podemos identificar intentos de callarnos la boca, de corregirnos, de anularnos.

Y en las organizaciones que centran lo que dicen y hacen los hombres, p.ej. situando a los hombres como expertos y a las mujeres como “señora que dice cosas sobre el tema”.

Es necesario hacer una autocrítica desde el interior de las propias organizaciones y sus dinámicas para comprender y posicionar con mayor fuerza las reivindicaciones feministas frente a los poderes patriarcal, colonialista, racista y extractivista.

Financiación

La inversión de dinero para promover la minería es de miles de millones de Euros en el marco de diversos programas de fomento y promoción de la demanda de materias primas, minería, programas de transición energética, etc. (EU recovery programs, Horizon 2020, etc., programas de cooperación al desarrollo, public-private partnerships, tratados de libre comercio, etc)

La inversión en algún tipo de actividad que “resistencia a la minería” de parte de las instituciones fluctúa entre 0 (cero) Euros/US$ y cantidades simbólicas.

El 92 % de los fondos destinados a la igualdad entre los géneros se destinaron a organizaciones no gubernamentales (ONGs) internacionales o del país donante; y solo el 8 % a ONGs de países en desarrollo10.

Que podemos hacer

  • Escuchar a las defensoras y tomar muy en serio sus análisis.
  • Educarnos y educar acerca de la extracción y uso de los recursos naturales.
  • Documentar casos, pero devolviendo la información documentada a las personas afectadas que la proporcionan, para contribuir a la comprensión de su propia situación
  • Organización política de mujeres en torno a temas relacionados con la minería y el extractivismo (Red Latinoamericana de Mujeres Defensoras) → conocer el exhaustivo diagnóstico y mapa que han realizado sobre violencia extractiva en Abya Yala; WoMIN → conocer su campana sobre el derecho de las comunidades a decir NO a proyectos extractivos "Right to Say NO".
  • Muchos de los problemas son comunes en N y S. Es urgente una transformación, muchas transformaciones.
  • Formar redes y movimientos sociales de mujeres, tejiendo lazos y solidaridad feminista entre comunidades de diferentes países, regiones, continentes. Junto a la sororidad, llevar a cabo acción política. Conducida por mujeres para mujeres y en interés y en defensa de las mujeres.
  • Protesta pacífica, desafiar la violencia procedente de gobiernos y empresas, en defensa de los derechos de las mujeres
  • Exigir justicia para las mujeres en cuestiones como por ejemplo la propiedad de la tierra y el acceso a la misma. Expresar preocupación por las situaciones que se conozcan de defensoras en situación de riesgo. Denunciar las situaciones particulares y hacer llamamientos para el reconocimiento del problema en general, que no deben ser vistas como personales, sino como cuestiones políticas que nos afectan a todas (perder la ilusión del caso aislado).
  • Acceder al poder político y en la sociedad civil (p.ej. Comunidades indígenas), que no es algo que se sobreentienda, sino que ha ido siendo una conquista progresiva (caso de Francia Márquez como Vicepresidenta de Colombia, o Nema Grefa, lideresa Sapara en Ecuador y otras)
  • Garantizar seguridad y protección. Estar juntas y abrir caminos cada vez más anchos, que sigan rompiendo y desarmando estas fuerzas opresoras. Para hacernos aún más fuertes. Mantener espacios creados y controlados por mujeres, donde se puede pensar y hablar libremente y poder contar lo que nos pasa.
  • Organizarse para discutir el RTSN como elemento de defensa poderoso y estimulante. Aunque los derechos se olvidan, tenemos un derecho a decir NO, que se sustenta muchísimas leyes que lo respaldan, que han sido discutidas en muchos espacios políticos y organizacionales. Concepto propuesto por la red africana WoMin, y que Yes to Life No to Mining ha recogido y está estudiando y discutiendo. (Acuerdo de Escazú, FPIC)

Desde Europa, desde Alemania

  • Educarnos en nuestra responsabilidad personal, y más allá de esta, en la responsabilidad de las empresas y emprendimientos regionales, colonialistas, machistas y patriarcales. Estudiar y denunciar casos específicos para ver el patrón subyacente y encontrar maneras de romper con el mismo (al modo del movimiento #MeToo).
  • Aumentar nuestra solidaridad explícita, apoyo y respaldo a las defensoras en los términos que estas establezcan, para que ellas mismas puedan promover y proteger los derechos humanos. Nuestra intervención en tanto y en cuanto se nos solicite, en las dinámicas que las afectadas consideran necesario apoyo.
  • Lobbying político - Buscamos apoyo para difundir esta información y hacerla llegar a todos los rincones (UE)
  • Ayudar a conseguir o a acceder a financiación.
  • Ayudar a garantizar espacios seguros y propicios de activismo en los que poder llevar a cabo nuestras revoluciones a nuestra manera.
El objetivo final son comunidades libres de minería, extractivismo y grandes proyectos empresariales invasivos y destructivos.

NOTAS:

1 Alrededor del 81 por ciento de las víctimas de homicidio registradas en 2017 eran hombres y niños, y la tasa mundial de homicidios para la población masculina es aproximadamente cuatro veces mayor que la de las
mujeres y las niñas.

2 Si bien los hombres son más propensos que las mujeres a ser víctimas de homicidio, es aún más probable queellos sean agresores. Más del 90 por ciento de los sospechosos en casos de homicidio en 2014, 2015 y 2016 eran
hombres.

3 https://www.unodc.org/documents/ropan/2021/HOMICIOS_EN_ESPANOL.pdf

4 Situation of women human rights defenders : report of the Special Rapporteur on the Situation of Human Rights Defenders, Forst, Michel; UN. Human Rights Council. Special Rapporteur on the Situation of Human Rights Defenders

5 En torno a las actividades mineras en los proyectos Mirador y San Carlos Panantza se producen casos de acoso sexual, estupro, abuso sexual y violación, principalmente en contra de mujeres indígenas y campesinas. Etos delitos también afectan a niñas y adolescentes.

6 El análisis global de Front Line Defenders contabiliza las vulneraciones más comunes contra los las mujeres defensoras de derechos a nivel mundial con tantos por ciento: detenciones/arrestos (24%), las acciones legales (19%) y las agresiones físicas (12%).

7 Pedido de amnistía para 109 personas, entre ellas 20 mujeres defensoras del territorio, el 20 de septiembre de 2021.

8 Caso de Choropampa (Perú). Mientras, en países como Ecuador, los riesgos de la minería para la salud en la región amazónica se superponen a la herencia petrolera.

9 Situation of women human rights defenders : report of the Special Rapporteur on the Situation of Human Rights Defenders Forst, Michel; UN. Human Rights Council. Special Rapporteur on the Situation of Human Rights Defenders, descarga desde https://digitallibrary.un.org/record/1663970

10 Idem.

Peticiones sobre el tema

Las peticiones de Salva la Selva se refieren a proyectos y políticas que destruyen las selvas y bosques. Nombramos a los responsables por su nombre. Tu firma ayuda a defender las selvas ¡En conjunto somos más fuertes!

Defendemos el agua sin miedo Y a pesar de todo, hoy debemos lamentar el asesinato de Alba Bermeo Puin (© Accion Ecológica)

75.623 participantes

Alto a la violencia minera contra las mujeres en Ecuador

Alba Bermeo Puin estaba embarazada de cinco meses. Ella y su bebé fueron asesinados la madrugada del 22 de octubre dejando un gran vacío y a toda la comunidad en estado de desolación absoluta. En menos de un mes, ha habido tres ataques contra mujeres que se oponen a actividades de minería en la provincia de Azuay.

Más información

Para: Asamblea Nacional; Fiscalía; Corte Constitucional; Gobernación de la provincia de Azuay; organismos internacionales de Derechos Humanos

“Detengan de inmediato la violencia generada por la minería - Justicia para Alba Bermeo Puin - el Estado ecuatoriano es responsable”

Leer la carta

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