Cierre de minas de níquel en el archipiélago de Raja Ampat en Indonesia

Raja Ampat, sin duda uno de los lugares más bellos de Indonesia. Las islas, situadas en el Triángulo de Coral frente a las costas de Nueva Guinea, son famosas por la riqueza de su biodiversidad marina y muy apreciadas por los aficionados al buceo. La región está protegida como geoparque.

Es difícil imaginar que se lleve a cabo la extracción minera de mineral de níquel en un lugar tan paradisíaco. Actualmente hay cinco empresas mineras en el archipiélago de Raja Ampat. Tal actividad tiene consecuencias desastrosas: deforestación, vertido de residuos al mar y destrucción de la vida marina.

La población autóctona papú lleva meses manifestándose contra la pérdida de sus medios de subsistencia, que se asientan sobre la pesca y la agricultura. Están sufriendo "la destrucción del paraíso y de la última belleza de las pequeñas islas, legitimada por el ministro de energía y recursos minerales", declaran desde KIARA, una organización especializada en ecosistemas costeros.

El mineral extraído se envía a las Molucas por barco, donde en nuevas fundiciones de níquel se procesa para satisfacer la creciente demanda de las industrias siderúrgica y automovilística. Según KIARA, la producción de níquel de Indonesia ha pasado de 800 000 a 2 200 000 toneladas anuales desde 2019, lo que supone más de la mitad de la producción mundial.

Tras la concesión de una nueva licencia a otra empresa, las protestas se extendieron por todo el país.

El Gobierno respondió revocando las licencias de explotación de cuatro de las cinco empresas tras una reunión a puerta cerrada celebrada el 9 de junio de 2025 en el palacio presidencial de Yakarta. El ministro de energía y recursos minerales, Bahlil Lahadalia, declaró que esta decisión se debía a violaciones ambientales y a la deforestación, subrayando la necesidad de proteger el ecosistema marino y el geoparque de Raja Ampat.

Esta decisión supone un alivio para la población insular de Raja Ampat.

Sin embargo, la empresa pública PT Gag Nikel, que tuvo que suspender sus actividades en la isla de Gag tras las protestas, parece ser una excepción. De hecho, el ministro no parece dispuesto a renunciar a la extracción de níquel en este yacimiento situado fuera de los límites del geoparque.

Esta decisión ha disgustado a las asociaciones ambientales, ya que la explotación minera tiene graves consecuencias ecológicas, especialmente problemáticas en islas pequeñas. Además, está prohibida por ley desde 2014. Sin embargo, 35 islas pequeñas siguen afectadas por la extracción de minerales. Según la red antiminera JATAM, hay 195 minas en funcionamiento «en nombre de la movilidad eléctrica y el crecimiento económico».

«El aumento de la producción y las ventas de vehículos eléctricos es directamente proporcional a la degradación de las costas, los mares y las pequeñas islas. Esto afecta tanto al medio ambiente como a la vida de las poblaciones que viven en las zonas concesionadas para la explotación minera. Esta dura realidad muestra que la posición del gobierno, en lugar de apuntar a la protección de la naturaleza y los derechos humanos, se centra en el crecimiento económico y la seguridad jurídica de las empresas», afirma un comunicado de prensa de KIARA.

Según JATAM, el caso de la mina de la isla de Gag ilustra perfectamente el acaparamiento de tierras y el poder de la oligarquía.