
COPs, Convención Marco de la ONU y cumbres alternativas
¿Qué son las cumbres del clima (COP), por qué surgen espacios alternativos como la Cúpula dos Povos, y cuáles son las principales tensiones y sentidos de estas citas de la diplomacia climática global?
¿Qué son las COPs y la Convención Marco de la ONU?
El término COP designa la conferencia de las partes firmantes que se empezó a celebrar tras la firma al principio de los años 90 de un tratado internacional, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC). Durante las sucesivas COPs, dichas partes van tomando decisiones sobre su implementación.
Origen y Estructura
Se inició en 1992 y actualmente, 198 países forman parte de la UNFCCC, lo que la convierte en uno de los organismos multilaterales más grandes de la ONU. Las COPs se celebran casi anualmente, en noviembre o diciembre. Allí discuten la implementación de la Convención y monitorean el progreso.
Cada año, negocian nuevas reglas, metas y formas de colaborar para enfrentarse al cambio climático global. El objetivo fundamental es lograr la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera para evitar interferencias antrópicas peligrosas en el sistema climático.
Los principales pilares del régimen climático multilateral son:
- Mitigación
- Adaptación
- Financiación
- Tecnología
- Capacitación
Cada COP se convierte en foco de atención mundial, con debates clave sobre reducción de emisiones, protección de ecosistemas, justicia climática y adaptación a los impactos ya inevitables.
La UNFCCC se fundamenta en el principio de las "responsabilidades comunes pero diferenciadas". Este principio exige que los países desarrollados lideren la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y proporcionen recursos financieros y tecnológicos a los países en desarrollo para acciones de mitigación y adaptación.
¿Qué ocurre en una COP?
En cada COP, miles de delegados de gobiernos, organismos internacionales, ONG, empresas y prensa se reúnen durante dos semanas en una ciudad anfitriona, que varía cada año. Allí se negocian textos, se debaten mecanismos de financiación, se presentan informes científicos y se cierran (con más o menos compromiso real) los principales acuerdos globales. Ejemplos de hitos fueron el Protocolo de Kioto en 1997, el Acuerdo de París en 2015, o los balances colectivos como el Global Stocktake.

Estos encuentros se dividen principalmente en dos zonas:
- Zona Azul: acceso restringido para negociadores oficiales y organismos acreditados, donde se discute el texto de los acuerdos.
- Zona Verde: espacio más abierto para sociedad civil, exhibiciones y talleres, que deben haber sido previamente aprobados por la organización.
¿Y por qué existen siempre cumbres alternativas?
Una característica fundamental de las COP es que, a la vez que se negocian los acuerdos diplomáticos formales, se organizan grandes cumbres alternativas en paralelo: foros abiertos, marchas por el clima, asambleas de movimientos sociales y encuentros indígenas o juveniles.
Estos espacios surgen por varias razones:
- Por la urgencia de visibilizar demandas y propuestas que a menudo quedan fuera de la agenda oficial o terminan siendo suavizadas para lograr consensos mínimos entre gobiernos.
- Para dar protagonismo a voces de pueblos indígenas, comunidades locales afectadas por el robo y destrucción de sus territorios, movimientos feministas, campesinos y juventudes climáticas. Estos movimientos rara vez lideran las delegaciones estatales.
- Para ejercer presión pública sobre quienes negocian, denunciando la influencia de lobbies fósiles, mineros o agroindustriales, así como el insuficiente cumplimiento de compromisos pasados.
- Para tejer alianzas, foros, coaliciones y redes en las que compartir estrategias de resistencia y transformación justa más allá de las fronteras nacionales.
- Para elaborar y entregar a la presidencia de las COPs declaraciones alternativas (como la Declaración de los Pueblos) que reflejan una visión transformadora de la justicia ambiental y social.
En muchos casos, la cumbre alternativa es el espacio más vibrante, plural y político: un gran laboratorio de ideas, debates y movilizaciones, donde la participación es horizontal y abierta.
Cumbres alternativas emblemáticas: Cúpula dos Povos y más
En los últimos años, se ha consolidado el modelo de la Cúpula dos Povos o Cumbre de los Pueblos, que acompaña las COP que se celebran en Latinoamérica —como Río (1992), Lima, Cancún o como lo será este año 2025, Belém. En Europa y Asia, surgen equivalentes bajo nombres como “People's Summit”, “Climate Justice Assembly” o “Alternatiba”.
La razón de ser de estos encuentros es, junto a la protesta, la construcción activa de alternativas al modelo dominante: defender bosques y ecosistemas como la Amazonía, portadores de la vida, proteger territorios, exigir reparación climática, combatir el racismo ambiental y el patriarcado, y luchar contra el poder corporativo que condiciona la agenda de los gobiernos.
En la Cúpula dos Povos de Belém se articulan seis ejes principales (territorio y maretorio, racismo y poder, transición justa, democracia, ciudad, feminismo) que unen movimientos indígenas, campesinos, ambientalistas y urbanos, expresando propuestas que contrastan con las lógicas extractivistas promovidas en el espacio oficial.
¿Tienen impacto las cumbres alternativas?
A pesar de no ser vinculantes ni tener capacidad para imponer decisiones de manera oficial, el efecto de estos espacios paralelos es cada vez mayor:
- Movilizan a miles de activistas, periodistas y organizaciones, generando presión mediática y política.
- Alimentan el debate público con conceptos y demandas que luego llegan (a veces años después) a los textos oficiales.
- Refuerzan redes internacionales de solidaridad y acción directa, más allá de la COP.
- Contribuyen a que la crisis climática se perciba como un problema de derechos humanos y justicia, y no solo de emisiones.
- Denuncian la falta de ambición real y alertan sobre los riesgos de dejar la transición climática en manos solamente del mercado y los gobiernos nacionales.
- Son espacios en los que se logra internacionalizar las resistencias y reivindicaciones de muchas comunidades afectadas por el cambio climático y otros problemas, que de otra manera permanecerían aisladas y en soledad.
Dos mundos, una misma urgencia
Las cumbres del clima son un espacio imprescindible para avanzar en la acción global, pero tienen límites evidentes: acuerdos mínimos, procesos lentos, mucha influencia empresarial y poco protagonismo de los pueblos.
Por eso, las cumbres alternativas, como la Cúpula dos Povos, seguirán siendo cruciales: allí se construye el debate a futuro, se articulan soluciones transformadoras y se mantiene viva la presión social y ética para que la acción climática ponga realmente la vida —y no el lucro— en el centro.
Así, cada noviembre, el mundo mira a las COP, pero el pulso real por la justicia climática se juega también en las calles, foros y asambleas de los movimientos sociales.

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