Banco Mundial: crédito para la palma de la muerte

Dólares manchado de sangre sobre una plantación de palmaDólares del banco mundial financian la palma en Honduras
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El Banco Mundial financió en 2009 a la empresa palmicultora Dinant en Honduras con un crédito de 15 millones de dólares, aunque esta se ha visto envuelta en asesinatos y conflictos violentos por la tierra. La oficina de reclamaciones del Banco Mundial investiga el caso, pero pronto podría estar dando un segundo crédito a Dinant.

Noti­cias y actuali­zaciones Petición

Para: Banco Mundial (World Bank Group), Sr. Jim Yong Kim
, Presidente, 
1818 H Street NW
, Washington, DC 20433, USA

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El Grupo Dinant es la empresa palmicultora más grande de Honduras. En noviembre de 2009, la Corporación Financiera Internacional, parte del Grupo del Banco Mundial, pagó a la empresa la primera mitad de un crédito de 30 millones de US dólares. En junio del mismo año, un golpe de estado derrocó al presidente elegido democráticamente, Manuel Zelaya. El gobierno de facto en el país centroamericano fue respaldado por el presidente del grupo Dinant, el empresario Miguel Facussé.
 
El conflicto con las plantaciones de palma de Dinant se remonta a los años 70. Desde el golpe, la región del Bajo Aguán ha sido militarizada y los campesinos desplazados violentamente de sus asentamientos. Entretanto, la expansión de la palma y las actividades de Dinant y otras empresas palmicultoras han sido de una u otra forma relacionadas con la muerte de 88 campesinos en el Valle del Aguán. La impunidad es total. En el marco de este conflicto podrían incluirse hasta 109 muertes.
 
En febrero de 2013, el Banco Mundial actualizó en su web la descripción de su proyecto de crédito para la compañía palmicultora. La documentación no dice nada sobre la violencia y los asesinatos. Únicamente se lee “Dinant entiende la importancia de tener buenas relaciones con las comunidades vecinas y es muy activa en este sentido”.
 
Con todos estos antecedentes, la oficina de reclamaciones del Banco Mundial (CAO) está investigando. Pero sus competencias son muy limitadas. Es de temer que el Banco Mundial pronto conceda la segunda parte del crédito -otros 15 millones de USDólares. El banco alemán DEG investigó y reaccionó tras una protesta de Salva la Selva en 2011 en consecuencia, retirando un crédito de 20 millones de US Dólares a la misma empresa.

Por favor, firme la carta al Banco Mundial.

Más información

Miguel Facussé, propietario y presidente del Grupo Dinant es uno de los hombres más ricos y poderosos de Honduras. Su empresa empezó a acaparar grandes superficies de tierras en el Valle del Aguán a principios de los años noventa. Las tierras habían sido asignadas a comunidades campesinas con la Ley de Reforma Agraria. Según una experta en Derechos Humanos, entre 1992 y 1994 “tres grandes terratenientes se apropiaron mediante fraude, coerción y violencia del 73,4% de las tierras que habían sido otorgadas a los campesinos mediante la reforma agraria”.

Uno de estos terratenientes, del Grupo Dinant, posee hoy 22.000 hectáreas de la fértil tierra. En el año 2009 el entonces presidente hondureño Zelaya prometió a las comunidades campesinas una parte de las tierras y títulos legales de propiedad. El mismo año, Zelaya sufrió el golpe de estado que fue condenado internacionalmente y Honduras fue expulsada de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Miguel Facussé apoyó el golpe abiertamente y fue una de las personas que más se benefició del golpe. Las promesas de Zelaya de devolver algunas de las tierras en manos de Dinant a los campesinos fue anulada. Los campesinos desposeídos no tuvieron otra opción que ocupar las tierras pacíficamente.

Desde el golpe, 88 campesinos y personas cercanas fueron asesinadas en el Bajo Aguán en el marco de estos conflictos por la tierra. Las comunidades campesinas fueron desplazadas violentamente y la región ocupada por militares, policías y fuerzas de seguridad privadas de Facussé. Testigos oculares reportan unánimemente que las fuerzas de seguridad están involucradas en asesinatos, secuestros y otras violaciones de derechos humanos. En toda Honduras numerosas violaciones de derechos humanos permanecen impunes.

 

Créditos del Banco Mundial para la industria palmicultora

El Banco Mundial, cuyo lema es “Trabajamos por un mundo sin pobreza”, financia desde hace casi 50 años la expansión de la industria de la palma aceitera con dinero de sus estados miembros. Mil millones de dólares han sido invertidos por el Banco Mundial y sus filiales como la Corporación Financiera Internacional en plantaciones de palma e infraestructura para su procesamiento. Con esta política, el Banco ha causado no sólo deforestaciones de selvas, sino también desplazamientos de comunidades. Como consecuencia han surgido cientos de terribles conflictos por la tierra.

Después de las denuncias de organizaciones ambientales y de derechos humanos, el Banco Mundial pisó el freno a finales de 2009 y detuvo las financiaciones a la industria de aceite de palma. En los meses siguientes, se dedicó a desarrollar una nueva estrategia para la palma, que entró en vigor a principios de 2011.

El crédito del Banco Mundial al Grupo Dinant fue aprobado poco antes del golpe de estado en Honduras, pero la primera parte se entregó en noviembre 2009, cuando ya habían escalado las violaciones de derechos humanos en Honduras. Los documentos del Banco Mundial aseguran que no se observan efectos sociales significativos en relación con la concesión del crédito, aunque en el texto figura que el grupo Dinant emplea a cerca de 300 guardias de seguridad armados y aunque los conflictos por la tierra son sobradamente conocidos.

El crédito del Banco Mundial ha ayudado a Facussé y al régimen de facto en Honduras a ganar reconocimiento internacional -en un momento en el que la Organización de Estados Americanos hizo un llamamiento a organizaciones internacionales a revisar las relaciones con Honduras. Sobre la financiación de una planta de biogas y un molino se contribuyó también a que el Grupo Dinant cumpliera los “estándares de sostenibilidad” de biocombustibles de la Unión Europea. Estos estándares no toman en cuenta las violaciones de derechos humanos. En el marco del crédito, el grupo Dinant debe informar sobre cualquier efecto social negativo. Pero a pesar del cúmulo de pruebas y las continuas acusaciones de la participación de la empresa en docenas de asesinatos, el crédito nunca se retiró.

 

Más información:

Reporte anual 2012 del CAO, Oficina de Reclamaciones del Banco Mundial

Información sobre la palma aceitera

Documentales que retratan el conflicto

Bajo Aguán: Grito por la tierra

Trailer de la película Resistencia

Carta

Para: Banco Mundial (World Bank Group), Sr. Jim Yong Kim
, Presidente, 
1818 H Street NW
, Washington, DC 20433, USA

Estimado Sr. Jim Yong Kim:

me preocupa mucho el crédito de 15 millones de USDólares que el Banco Mundial concedió en noviembre de 2009 a la empresa palmicultora hondureña Dinant, no habiendo hasta ahora solicitado su devolución. Además, rechazo la inminente posibilidad de que su filial Corporación Financiera Internacional CFI otorgue otro crédito a la empresa por la misma suma.

Según testimonios de organizaciones de derechos humanos, el Grupo Dinant está involucrado en desplazamientos violentos y ya se cuentan 88 asesinatos sucedidos en el Valle del Aguán en este contexto. Los asesinatos han sucedido con total impunidad y hasta la fecha no han sido esclarecidos. En total, en el marco del conflicto por la tierra podrían haber perdido la vida hasta 109 personas.

El caso de Dinant muestra lo poco efectivas que son las “Garantías de protección” sociales y ecológicas del Banco Mundial para el sector de la palma aceitera. Por el momento, la oficina de reclamaciones del Banco Mundial (Ombudsman CAO) investiga si el banco ha seguido sus propios estándares en el proyecto de crédito a la empresa Dinant, y si ha seguido correctamente el procedimiento.

Además de las condiciones internas para los créditos del Banco deberían investigar a fondo las siguientes cuestiones y contestarlas abiertamente:

+¿Por qué el Banco Mundial ha concedido un crédito a una empresa que se encuentra desde hace varias décadas en el centro de diversos conflictos por la tierra, y a cuyo propietario se relaciona además con un golpe de estado?
+¿Por qué el Banco Mundial no a actuado en consecuencia y no ha tomado en cuenta las graves preocupaciones en torno a los derechos humanos y a la extendida impunidad en Honduras?
+¿Por qué el crédito que concedió a Dinant no ha sido retirado, teniendo en cuenta que no se cumple las condiciones para la concesión de créditos al suponérsele a la empresa un papel en asesinatos y otras graves violaciones de derechos humanos?

Exijo al Banco Mundial no conceder créditos para proyectos de palma aceitera, retirar el ya concedido al Grupo Dinant y no facilitar más dinero a esta empresa.

Atentamente,

Información breve sobre el tema Palma Aceitera

Es un tipo de palma, cuyo nombre científico es Elaeis guineensis. Es un cultivo perenne y de tardío y largo rendimiento, cuya vida productiva puede durar más de 50 años. Comienza a producir frutos a partir de los dos años y medio de su siembra, y alcanza su mayor producción entre los 20 y 30 años (12 mts. de altura), luego de lo cual declinan y dejan de ser rentables, especialmente por la altura a la que se encuentran los frutos (hasta 40 mts!). Es una planta propia de la región tropical (selva húmeda tropical cálida), crece a altitudes por debajo de los 500 msnm. Su fruto es rojizo.

2. ¿Qué es el aceite de palma?

El aceite de palma se extrae de la pulpa del fruto de la palma aceitera mediante varias operaciones. Se produce en forma de monocultivo a gran escala y se exporta desde las zonas tropicales al mercado global (fundamentalmente la Unión Europea, China, India, EEUU). Es el segundo aceite vegetal más comercializado y consumido en el mundo (después del aceite de soja), en los sectores alimenticio, industrial y energético. Por eso, el aceite de palma es una materia prima estratégica en el sector de los agronegocios. Las ganancias son extraordinarias.

3. ¿Dónde se produce el aceite de palma?

La palma aceitera crece en climas tropicales. Países productores son: Indonesia, Malasia, Papua Nueva Guinea, Camerún, Uganda, Costa de Marfil, Camboya, Filipinas y Tailandia, así como Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Guatemala, México, Nicaragua y Costa Rica. En estos países, la palma aceitera se está expandiendo rápidamente sobre ecosistemas como las selvas tropicales, en forma de monocultivos industriales. Los monocultivos industriales ocupan todo amplias extensiones de territorio socavando así el derecho de los pueblos locales a producir sus propios alimentos de acuerdo a las condiciones de sus tierras y su cultura alimentaria tradicional. Esto tiene como consecuencia que mientras el aceite de palma y sus derivados se comercializan mayormente en los mercados internacionales, los países productores se ven obligados a importar alimentos. Por estos motivos, muchas organizaciones sociales, ambientales y de derechos humanos han respondido críticamente a la expansión indiscriminada de la palma aceitera.

4. ¿Cómo se expande la palma aceitera?

Además de los problemas ambientales que surgen del hecho de que las plantaciones de palma se expanden sobre los bosques tropicales, como destrucción del ecosistema y así de su biodiversidad. En otro orden de cosas, las plantaciones se usan plaguicidas muy tóxicos (como el Paraquat o el Gramoxone), extremadamente perjudiciales para la salud humana y ambiental. Además, el cultivo de la palma es exótico en la mayoría de países que lo han implementado, lo que conlleva alto riesgo de plagas y enfermedades Más allá de los problemas meramente ambientales, se reportan continuamente problemas sociales, conflictos laborales e incluso graves violaciones de derechos humanos que llegan hasta el asesinato.

5. ¿Qué tiene que ver la expansión de la palma con la deforestación?

La sustitución de los bosques por plantaciones industriales de árboles fomentada por las políticas gubernamentales de muchos países ha sido identificada oficialmente como una de las mayores causas de deforestación a nivel mundial (p.ej. en países como Malasia, Indonesia donde el nivel de deforestación ha aumentado dramáticamente en los últimos años, en paralelo a la expansión de la palma ). Aunque muchos países y empresas argumentan que las plantaciones de palma se expanden sobre tierras degradadas o “marginales”, lo cierto es que la mayoría de tierras son utilizadas o aprovechadas por pobladores, y el concepto de tierras “marginales” es muy relativo. En muchos casos, la frontera agrícola es empujada por los monocultivos provocando la deforestación. Por esas razones, en la práctica, monocultivos como el de la palma aceitera sustituyen bosques tropicales y otros ecosistemas, provocando una grave deforestación. Es sabido que la desaparición de los bosques afecta a la humanidad en su conjunto: la deforestación trae aparejada una gran pérdida de biodiversidad, cambio climático y agravamiento de las sequías, erosión de suelos. Además, las plantaciones de palma implican contaminación de los cursos de agua y la aparición de plagas y enfermedades por la ruptura del equilibrio ecológico y cambios en las cadenas alimentarias. Esto significa que la conservación del agua, de los suelos, de la flora y de la fauna se ven seriamente amenazados por las plantaciones de palma en aquellos países donde se están expandiendo.

6. Las plantaciones de palma ¿provocan o contienen el cambio climático?

La expansión de los monocultivos de palma aceitera se da a costa de la degradación, la quema de turberas y la deforestación, las cuales implican de por sí ingentes emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. A estas se suman las emisiones por la pérdida de carbono del suelo, el uso de fertilizantes nitrogenados, las emisiones de la maquinaria agrícola y la pérdida de sumideros de CO2. El aceite de palma se utiliza para la producción industrial de agrocombustibles. A pesar de que este tipo de combustibles se promocionan vomo más amigables con el medio ambiente, existen estudios que demuestran que incrementar la cantidad de agrocarburantes importando aceite de palma aumenta las emisiones de CO2 en vez de reducirlas.

7. ¿Quién y para qué utiliza el aceite de palma?

El aceite de palma se encuentra entre los ingredientes de muchísimos productos alimentarios que consumimos diariamente. Todos nosotros consumimos aceite de palma procedente de la deforestación de selvas tropicales. Este se vende a empresas multinacionales como Unilever, Nestlé y Procter & Gamble, y a otras grandes marcas de la alimentación, cosmética y agrocombustibles.

8. ¿Quién se beneficia de las plantaciones de palma?

Las plantaciones de palma aceitera son altamente rentables. Pero están altamente mecanizadas y el número de trabajadores contratados es muy pequeño en relación a la superficie de su extensión. Aún así, en plantaciones de palma en diversos países se han reportado conflictos laborales serios. Son las empresas productoras las se llevan los beneficios de su comercialización, por lo que no constituyen una auténtica opción de desarrollo local. Aunque en algunos lugares y de modo experimental existen proyectos con pequeños productores, ha habido casos en los que estos han resultado arruinados debido a las fluctuaciones del mercado. Como contracara, según el Forum Permanente de Asuntos Indígenas de las Naciones Unidas, 60 millones de indígenas en el mundo corren riesgo de perder sus tierras y medios de subsistencia por la expansión de plantaciones para producir agroenergía. Muchas plantaciones de palma se están expandiendo sobre tierras reclamadas por comunidades indígenas cuyos gobiernos no reconocen derechos territoriales ancestrales o indígenas (por ejemplo en Indonesia). Esto significa que ni indígenas u otros pobladores locales, ni trabajadores, ni pequeños productores se benefician de la expansión de la palma, sino las empresas palmicultoras que son propiedad de las élites locales o de las grandes multinacionales, las cuales terminan controlando amplias extensiones de tierra, profundizando la explotación laboral, provocando más migración campo-ciudad, pobreza, conflictos sociales y violaciones de los Derechos Humanos.

9. ¿Cuál es la responsabilidad de los países del Norte en los impactos descritos de las plantaciones de palma aceitera?

Sin prestar debida atención a las denuncias de cientos de ONGs ambientales y sociales y grupos de la sociedad civil, científicos y portavoces de la diferentes organismos internacionales, que han hablado de los impactos de dimensiones incalculables, la Unión Europea fijó un porcentaje obligatorio del 10% de 'energía renovable para energía y transporte'. Este porcentaje impulsa una demanda masiva de materias primas para la producción de biocombustibles, ya que no existen en la actualidad otras fuentes renovables de energía suficientemente desarrolladas. El aceite de palma es una de las materias primas que se utilizan para la producción de biocombustibles o agrocombustibles, lo que consiguientemente catapulta su necesidad y demanda. Debido a las críticas que han surgido, y para conseguir la aceptación política y social, la Unión Europea y otros organismos e instituciones proponen elaborar unos criterios formales de sostenibilidad para la producción de materias primas para agrocombustibles. Sin embargo, como ya hemos explicado, el cultivo de palma aceitera, como todos los monocultivos agroindustriales, NO ES ni puede ser NUNCA sostenible.

10. ¿La certificación de monocultivos de palma de aceite constituye una garantía de sostenibilidad?

Las iniciativas de certificación de los monocultivos de palma han sido calificados por organizaciones ambientalistas como un intento más de “lavado” o “maquillaje” de la agroindustria. Argumentan que los procesos de certificación no puede garantizar soluciones a los problemas provocados por los monocultivos y que por eso, las plantaciones de palma aceitera no son ni serán nunca sostenibles, debido a la misma lógica de su producción. Una de estas iniciativas es la Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible (RSPO). RSPO es un proceso de certificación voluntaria promovido por grandes ONGs (como el World Wildlife Founf WWF) y la industria. Pero organizaciones afectadas han declarado que esta iniciativa que va en contra de los intereses populares. Los sellos de certificación se han diseñado más bien como un instrumento de expansión del negocio de la palma y no como una estrategia para contener sus impactos ambientales y sociales. Muchas de las empresas miembros de la RSPO siguen destruyendo grandes zonas de selva húmeda y violando derechos humanos, como es el caso de Wilmar International en la Isla de Bugala (Uganda) y en Indonesia, PT SMART, Agro Group e IOI Group en Indonesia, FEDEPALMA en Colombia, o Unilever en Indonesia, Malasia y Costa de Marfil. Es evidente que el interés principal de este proceso de la “sostenibilidad de la palma aceitera” es puramente comercial. No existe una auténtica intención de contener sus impactos sociales y sobre los derechos humanos, sino que tiende a silenciar los graves crímenes, las irregularidades y el control paramilitar relacionados con el agronegocio de la palma aceitera en países como Indonesia y Colombia.

11. ¿Qué se puede hacer para evitar la destrucción de selvas tropicales y poblaciones afectadas a causa de la expansión de la palma aceitera?

Se hace necesario evitar nuevas deforestaciones y conversiones de uso del suelo para el cultivo palma aceitera; no se debe destruir ni una sola hectárea más de ecosistemas naturales para implementar palma aceitera. Para ello, se debe exigir a los gobiernos de los países productores

-La detanción inmediata de la expansión de las plantaciones de palma de aceite

-La protección de los derechos humanos de pueblos indígenas y comunidades campesinas afectados por plantaciones de monocultivos a gran escala y el respeto de sus tierras y territorios.

-La reparación integral de los daños humanos y ambientales generados por la imposición de los monocultivos a gran escala y por las violaciones de los derechos humanos por parte de fuerzas del Estado y empresas privadas.

-Resolución de los conflictos de tierras vinculados al monocultivo de la palma, restitución de tierras ancestrales a las comunidades desplazadas por los monocultivos, y la implementación del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo OIT en todos los casos en que sea pertinente.

-Resolución de los procesos judiciales, denuncias y otros reclamos iniciados por parte de las comunidades afectadas. Y se debe exigir a la Unión Europea

-La eliminación del porcentaje obligatorio del 10% de 'energía renovable para energía y transporte', que traducido significa un aumento exponencial de la demanda de aceite de palma para el mercado europeo, para la producción de combustible y generación de electricidad. Eliminación de los incentivos como exenciones de impuestos y subvenciones para los agrocombustibles industriales, incluida la financiación a través del comercio de carbono, de cooperación internacional al desarrollo o de créditos de organismos multilaterales como el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo.

-Una moratoria a las importaciones de aceite de palma.

- La cancelación de las relaciones comerciales de las empresas compradores de aceite de palma con proveedores que destruyen los bosques y turberas, y que son responsables o beneficiarios de violaciones de los Derechos Humanos.

-Incluir aspectos sociales y de derechos humanos estrictos en los criterios de sostenibilidad para la producción de materias primas para agrocombustibles que están desarrollando. Es de esperar que en el proceso, los hacedores de políticas de la UE, llegarán por fin a comprender que por definición, monocultivos industriales a gran escala como los de palma aceitera no son ni ambiental ni socialmente sostenibles.

-Al mismo tiempo, ni oficialmente la UE, ni las empresas deben caer en la falsedad de apoyarse en la supuesta sostenibilidad o “maquillaje verde” del lobby de la industria del agronegocio (como RSPO), para justificar la expansión indiscriminada del cultivo de la palma que sólo beneficia a grandes empresas a costa del futuro de los pueblos y el planeta, creando una ilusión falsa de comportamiento responsable para el consumidor final.

12. ¿Constituye la expansión de la palma una amenaza para el futuro?

No es una amenaza para el futuro, sino una de las causas más importantes y preocupantes de destrucción de los bosques tropicales ya en la actualidad. Muchos daños provocados por la agroindustria de la palma aceitera en los países tropicales son ya irreparables. Como muestra, presentamos unos ejemplos críticos de expansión de plantaciones de palma:

En Indonesia los conflictos por la expansión de las plantaciones de palma han aumentado: las grandes empresas están expropiando ilegalmente a los agricultores y contratan vigilancia privada para imponer el estado de hecho. Sólo en 2006 se documentaron 350 conflictos agrarios y 1.753 casos de violaciones de Derechos Humanos.

El plan estratégico para la plantación de especies agrocombustibles para el estado de Chiapas, México –plan piloto a nivel nacional- establece como superficie potencial en el estado de Chiapas, 900.000 has (¡ 7ª parte de la superficie estatal !). Ya se han establecido al sur de la Selva Lacandona dos viveros para palma africana, los más grandes de América Latina. Este megaproyecto es calificado por las organizaciones ecologistas y sociales locales de ecocida y etnocida por permitir e impulsar la titulación individual y posterior privatización de las tierras de los pueblos indígenas y comunidades campesinas, conocidas en México como ejidos y bienes comunales.

En Colombia, la expansión del aceite de palma está relacionada con graves violaciones y abusos de los derechos humanos. Se han documentado 113 asesinatos en la cuenca fluvial de Curvaradó y Jiguamiandó, región Chocó, a manos de paramilitares que trabajan con compañías palmicultoras, para que éstas se adjudiquen tierras que legalmente pertenecen a comunidades afrocolombianas. Los grupos paramilitares operan con el apoyo de la Brigada 17 de la Armada Colombiana y son responsables de 13 desplazamientos forzosos. La estrategia paramilitar desarrollada en complicidad con la armada colombiana incluye bloqueo económico, asesinato selectivo, masacres y tortura. A pesar de las evidencias de la ilegalidad del establecimiento de las plantaciones de palma (reconocidas por el Fiscal General y el Defensor del Pueblo de Colombia; la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, etc.) y de la destrucción de vidas humanas, el gobierno colombiano aún no ha tomado medidas efectivas para prevenir esta situación o para restituir la tierra robada a las comunidades afro colombianas. También se han registrado conflictos en Tumaco, Magdalena Medio, Vichada, Meta y las regiones amazónicas.

En Ecuador las plantaciones de palma aceitera provocaron la pérdida de bosques primarios únicos que constituían el territorio comunitario y ancestral de comunidades, acabando con sus fuentes de agua, alimentación, medicina, espiritualidad y cultura. En la actualidad, el Plan Agrario y Forestal del gobierno tiene previsto más de 450.000 h de palma, entre otros monocultivos para la producción de agrocombustibles, ocupando bosques tropicales y cultivos alimenticios en territorios indígenas, afroecuatorianos y de comunidades campesinas. Su derecho humano al agua será severamente violentado.

En Perú, en plena Amazonía, regiones de San Martín y Loreto, la política del gobierno peruano y la actuación de las empresas palmicultoras está provocando la destrucción de miles de hectáreas de selva virgen. Sin ningún tipo de consulta con la población, miles de hectáreas de selvas han sido concesionadas a empresas palmicultoras que están deforestando la selva desde 2006 y forzando el desplazamiento de las comunidades de la zona que se resisten a ser desalojadas.

En Guatemala, se han puesto en marcha mega-proyectos de palma aceitera para la producción de agrodiesel, provocando un acelerado cambio en el uso del suelo, que ha afectado la soberanía alimentaria de las zonas rurales, así como el desplazamiento de grandes contingentes de población campesina. El presidente del país se vio obligado hace pocos meses a declarar oficialmente el estado de emergencia alimentaria.

Elaborado por Guadalupe Rodríguez, Salva la Selva, guadalupe@regenwald.org Febrero 2010

FUENTES:

-Wikipedia, Aceite de Palma

-Wikipedia, Eleais guineensis

-Documentacións acerca de la Palma Aceitera en Stop-Agrocombustibles

-Declaración internacional en contra del “maquillaje verde” de monocultivos de la ‘Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible’ (RSPO). En defensa de los Derechos Humanos, la Soberanía Alimentaria, la Biodiversidad y la Justicia Climática, en

-Carta Abierta a RSPO y WWF. Las plantaciones de palma aceitera no serán nunca sostenibles

-Biofuelwatch

Noti­cias y actuali­zaciones

Noticia · 29 ene 2014

Banco Mundial, palma aceitera y violaciones de derechos humanos en Honduras

Campesinos reivindican acceso a la tierra

A instancias de organizaciones hondureñas e internacionales, la oficina del ombudsman del Banco Mundial (CAO) inició una investigación sobre la financiación a una compañía productora de aceite de palma en Honduras, llamada corporación Dinant. La investigación se hizo pública a finales de 2013 y está dando mucho que hablar.

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Comunicado de prensa · 19 mar 2013

Banco Mundial debe dejar de financiar a empresa palmicultora hondureña involucrada en docenas de asesinatos

Comunicado de Prensa conjunto de Amigos de la Tierra Intarnacional, Global Forest Coalition, Global Initiative for Economic, Social and Cultural Rights, Urgewald, Rights Action, Salva la Selva, Global Justice Ecology Project, Biofuelwatch

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Noticia · 15 mar 2013

Continúa preocupación por actuación del Banco Mundial en Honduras

Se cuentan 88 asesinatos sucedidos en el Valle del Aguán en el contexto del conflicto por la tierra en esa región. El grupo Dinant financiado por el Banco Mundial ha sido repetidamente relacionado con esas muertes por diferentes organismos de derechos humanos nacionales e interancionales.

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Noticia · 13 mar 2013

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