10 años después de sentencia: empresa de aceite de palma quiere pagar multa a plazos

Orangután de Sumatra (Pongo abelii) Los orangutanes están en peligro de extinción a causa del aceite de palma (© Paul Hilton)

26 dic 2023

En 2014, la empresa Kallista Alam, responsable de un incendio que se produjo dos años antes en los pantanos de Tripa, fue condenada a pagar una multa de 9,4 millones de dólares. Han transcurrido diez años y por fin empieza a pagar su cuantiosa multa. Pero ¡a plazos! Grupos ecologistas exigimos el pago íntegro e inmediato y la renaturalización del bosque de Tripa.

La sentencia contra una empresa de aceite de palma en Indonesia causó titulares en los medios hace casi diez años. El caso hacía referencia a los incendios en la selva tropical de Tripa, santuario de los orangutanes de Sumatra. Los incendios llevaban arrasando la zona desde 2009 y fueron especialmente graves en 2012, cuando se registraron más de 100 incendios. Fueron los "peores incendios forestales desde que empezamos a analizar imágenes por satélite en 2000", informó el diario Taz, citando a la fundación medioambiental suiza PanEco en su informe sobre los incendios tras la tala de árboles en Indonesia. Cientos de orangutanes murieron calcinados en los incendios.

La empresa de aceite de palma Kallista Alam, a la que compran aceite de palma multinacionales internacionales, fue la responsable de la tala de bosques de turba. Según Rainforest Action Network, entre ellas estaban Nestlé, Mars y Cargill.

Los grupos indonesios consideraban sospechosas las licencias que Kallista Alam había recibido en la zona protegida. La base jurídica no estaba clara y parecía probable que se ejerciera presión sobre el gobernador. Además, al parecer los mapas habían sido manipulados. Es posible que la empresa ya hubiera empezado a desbrozar el terreno antes de que se expidieran las dudosas licencias. Sin embargo, en un principio los ecologistas no consiguieron detener a Kallista Alam en los tribunales. Se desestimó una demanda presentada por la organización Walhi.

Sin embargo, las campañas mundiales, incluida nuestra petición "Borneo: nos oponemos a las megaplantaciones que destruyen las turberas", contribuyeron finalmente a una sentencia sensacional. El 8 de enero de 2014, Kallista Alam fue declarada culpable de los incendios provocados que destruyeron 1.000 hectáreas de turbera. La empresa fue condenada a pagar una multa de 9,4 millones de dólares. También tendrá que pagar 21 millones de dólares por la renaturalización de las zonas destruidas.

Los grupos ecologistas indonesios calificaron la decisión judicial como "una victoria para el pueblo de Aceh y para los ecologistas nacionales e internacionales". Salva la Selva también acogió la sentencia con satisfacción .

Hasta ahora no se ha hecho justicia a la naturaleza.

Kallista Alam es una de las 22 empresas sometidas a juicio por incendios forestales y de turberas desde 2013. Se ha condenado finalmente a 14 de estas empresas. Sin embargo, hasta ahora solo una empresa ha pagado la multa y ninguna ha restaurado la zona destruida. Al parecer, el Estado no dispone de medios, como procedimientos de embargo, para cobrar los atrasos.

Diez años después de la sentencia judicial, Kallista Alam empezó a pagar a plazos una pequeña parte de la multa.

Los grupos ecologistas indonesios se oponen firmemente a esta modalidad de pago a plazos. Temen que la empresa pague tan solo una parte de la multa y costes de renaturalización. Kallista Alam lleva años resistiéndose y ha emprendido acciones legales contra las resoluciones de aplicación, presentando recursos ante diferentes tribunales. Quienes se oponen a cumplir con una sanción durante una década no deberían recibir como recompensa una concesión del Estado.

El caso de Kallista Alam es sintomático de la actitud del Estado hacia las empresas condenadas legalmente por delitos ambientales. Políticos, militares y empresas están estrechamente vinculados. Indonesia es una oligarquía con una fuerte presencia militar en la política y los negocios.

Las comunidades locales y los grupos ecologistas indonesios escribieron una carta abierta al Tribunal Supremo:

El gobierno, como vigilante de la naturaleza, tiene el deber de prevenir de antemano los daños ambientales y mitigar los que ya se han producido.

Aunque la sentencia es un "hito", no ha sido suficiente. Las comunidades exigen que:

"PT Kallista Alam debe cumplir inmediatamente su obligación de restaurar la zona quemada de 1.000 hectáreas en el pueblo de Pulo Kruet, distrito de Nagan Raya.

En la restauración de las 1.000 hectáreas deben participar las comunidades locales y las organizaciones ecologistas."

Más información:

Carta original en indonesio 14 tahun kasus kebakaran hutan rawa tripa oleh pt kallista alam
Mapa de los bosques de turba de Tripa
Vídeo documental sobre Tripa (2010) 11 minutos, en inglés


  1. selva tropical de TripaLos pantanos de Tripa forman parte del ecosistema de Leuser, en Sumatra, el único lugar del mundo donde viven en el mismo hábitat tigres, elefantes, orangutanes y rinocerontes en peligro de extinción. Hace treinta años había aquí más de 3.000 orangutanes, pero su número ha disminuido a sólo unos cientos de individuos debido a la continua destrucción de bosques para plantaciones. Tres cuartas partes de las 61.000 hectáreas originales de selva tropical protegida en Tripa son ahora plantaciones de palma aceitera. Se calcula que 200 de los grandes simios aún viven en los bosques de turba que quedan.

  2. se registraron más de 100 incendios.

    La sentencia causó revuelo porque por fin un tribunal fallaba a favor de los bosques y en contra de la industria del aceite de palma. Como consecuencia, Kallista Alam se convirtió en un precedente.

    Una pregunta fundamental era: ¿cómo era posible que se concediera una licencia a una empresa de aceite de palma en una zona protegida? Los bosques pantanosos de turba de Tripa forman parte del Parque Nacional de Leuser y de la "selva tropical de Sumatra", declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Extrañamente, de repente los bosques de Tripa dejaron de estar marcados en los mapas dentro del parque nacional. Está claro que alguien ha manipulado los mapas.

    En Indonesia, desde 2011 está en vigor una moratoria sobre la deforestación de bosques primarios y pantanos de turba. El gobernador de la provincia de Aceh ya había decretado una moratoria en 2007. Por ello fue elogiado como el "gobernador verde". No está claro por qué concedió la licencia al mismo tiempo.

    La sentencia judicial era muy esperada. En su momento se dijo que si Kallista Alam ganaba o salía indemne, se perderían los bosques de Tripa y los grandes simios. El tribunal colmó las grandes esperanzas.

Esta página está disponible en los siguientes idiomas:

Suscríbete ahora al boletín de Salva la Selva

Recibirás alertas de acción y actualizaciones - ¡con tu ayuda seguimos salvando la selva!