Bancos Europeos: ¡No más millones para destruir la selva !
En Indonesia se sacrificaron sólo para establecer plantaciones de palma siete millones de hectáreas de selvas tropicales y turberas. El gobierno planifica ampliar estos monocultivos en otros 20 millones de hectáreas. Y tiene buenas posibilidades de encontrar inversores extranjeros. Por ejemplo grandes bancos, que pretenden aportar más recursos financieros a la mayor empresa de palma aceitera listada en la bolsa, Golden Agri-Resources. Participe de nuestra protesta y dígales a estos bancos, que detengan inmediatamente la venta de acciones de Golden Agri Resources.
PeticiónGolden Agri-Resources (GAR) es una de las empresa de palma aceitera más grandes del mundo y produce actualmente el 10 % del aceite de palma indonesio. La empresa se encuentra listada en la bolsa y pretende expandirse: pretenden establecer en las islas indonesias Kalimantán (Borneo) y Papua 1,3 millones más de hectáreas de plantaciones de palma. En esta destrucción de selvas tropicales GAR ha encontrado aliados en los grandes bancos suizos Credit Suisse y UBS así como en BNP Paribas. Estos bancos organizan estos días la expansión del capital de Golden Agri-Resources. Con la venta de las nuevas acciones el grupo se podría asegurar hasta 185 millones de euros. Indonesia se encuentra en el proceso de perder sus más grandes tesoros: para establecer más monocultivos de palma de aceite, el gran archipiélago se está jugando sus bosques únicos. En la mesa de juego se sientan el gobierno de Indonesia, múltiples empresas y bancos - y nosotros mismos, los consumidores. Pues de hecho, la política europea de agrocombustibles no tiene freno a causa de nuestra sed insaciable de combustibles para los tanques de nuestros vehículos. Los perdedores son obviamente, en primer lugar las comunidades y la biodiversidad, que pierden los medios de subsistencia que proporcionan los bosques tropicales. Pero también toda la humanidad, ya que el riesgo es que el clima en la Tierra se hará insoportable. Golden Agri-Resources es el holding del grupo Sinar-Mas, muy conocido en Indonesia. Esta empresa no se detiene ante nada: robo de tierras, violaciones de derechos humanos, intentando borrar del mapa a personas que defienden su territorios. Recientemente, Rettet den Regenwald/Salva la Selva pudo ser testigo de cómo los campesinos defendieron sus derechos en la comu idad Karang Mendapo en Sumatra. Más de cien campesinos y defensores de derechos humanos se unieron para acompañar a Muhammad Rusdi, alcalde del lugar, en su camino desde la prisión hasta el juzgado. El alcalde es víctima de un complot detrás del que se esconde Sinar Mas, para silenciar las denuncias de la comunidad. Desde enero Rusdi se encuentra tras las rejas de la prisión y espera su sentencia para el 11 de julio. Rettet den Regenwald/ Salva la Selva apoya al alcalde contribuyendo a financiar un buen abogado. Ni el banco Credit Suisse ni UBS han explicado claramente cómo comprueban los efectos de sus negocios sobre poblaciones y medio ambiente. Empresas altamente riesgosas, como las palmicultoras y papelerasno podrían pasar ninguna prueba, y significan un elevado riesgo para los inversores. Credit Suisse ya contribuyó a capitalizar la empresa papelera Asia Pulp and Paper (APP), otra filial de Sinar-Mas. APP no es sólo responsable de la deforestación de amplias áreas boscosas, sino que también fue la causante de uno de las quiebras empresariales más grandes de Asia en el año 2001. Pero Credit Suisse, UBS y BNP Paribas pretenden de todas maneras transferir los 185 millones de Euros a la palmicultora Golden Agri Ressources. Por favor, participe de nuestra protesta y dígales a los bancos, que detengan inmediatamente la venta de acciones de Golden Agri Resources. Aquí encuentra una traducción al español de la carta.
Más informaciónAsunto: No más millones para financiar la destrucción de las selvas! Estimado Sr. Dougan, Estimado Sr. Grübel, Estimado Sra. Belorgey, con gran preocupación he podido saber, que sus institutos bancarios organizan en conjunto la capitalización de la empresa Golden Agri-Resources. Golden Agri-Resources es el holding que lleva a cabo los negocios de palma de aceite del en Indonesia conocido grupo Sinar-Mas. Con el mencionado capital esta empresa ampliará sus plantaciones de palma, así como la construcción de moliendas y refinerías. La empresa planifica expandir sus plantaciones sobre una superficie de 1,3 millones de hectáreas en las provincias indonesias de Kalimantán y Papua. En Insonesia se han destruido sólo para el establecimiento de plantaciones de palma aceitera hasta hoy 7 millones de hectáreas. Otros millones más de hectáreas adicionales han deforestados e incendiados para futuras plantaciones que se encuentran planificadas. El país del sudeste de Asia se ha convertido así en pocos años en el mayor productor de palma de la tierra. Más o menos el 45% de la palma de aceite que se produce en el mundo procede de allí. Las emisiones de gases de efecto invernadero dañinos para el clima producidos por este motivo en Indonesia tienen impacto global. Los sumideros de carbono de importancia vital, que constituyen los bosques y turberas indonesias se convierten literalmente en humo y contribuyen de manera significativa al calentamiento global. Por causa de la destrucción de sus selvas y turberas, Indonesia ocupa el tercer lugar de la lista de países que más están contribuyendo a empeorar el clima global. A pesar de todas las peticiones y protestas, el gobierno indonesio ha declarado pretender continuar sacrificando más millones de hectáreas de bosques para posibilitar la ampliación de las plantaciones de palma. Según los planes del gobierno, las superficies cultivadas con palma aceitera se ampliarán hasta el año 2025 en 20 millones de hectáreas, lo que equivale a seis veces y media el tamaño de Suiza. A este ritmo, en pocos años Indonesia estará totalmente deforestada y sin bosques. Golden Agri-Resources y el Grupo Sinar Mas-Gruppe son conocidos especialmente como destructores de selvas. Esto constituye especialmente una catástrofe para la población local. Las personas son desplazadas de sus tierras y sus modos de sustento son arrebatados. A través de su filial Kresna Duta Agroindo (KDA) ha provocado un serio conflicto de tierras en la comunidad Karang Mendapo en Sumatra . En enero de 2009, la empresa acusó con argumentos infundados al alcalde de la comunidad Muhammad Rusdi y lo hicieron encarcelar. Las protestas de los campesinos se quieren acallar con estos métodos. Desde hace meses, Rusdi espera su proceso judicial, que tendrá lugar el 11 de julio 2009. Mientras, Rusdi se ha convertido en un ejemplo para cientos de miles de pequeños campesinos y pobladores ancestrales de Indonesia, a quienes la industria de la palma aceitera ha arrebatado sus tierras y bosques. Los criterios de sostenibilidad aprobados por la Unión Europea en Diciembre para la importación de agrocombustibles, así como los estándares de la Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible (RSPO por sus siglas en inglés), no pueden en modo alguno contribuir a solucionar los problemas mencionados más arriba. RSPO no establece ni siquiera criterios para evitar la tala de bosques, lo que convierte a este sello inventado por la industria en un “maquillaje verde”. El grupo Sinar-Mas constituye un alto riesgo para los inversores. Eso se puede ejemplificar con el caso de la empresa papelera Asia Pulp and Paper (APP), que pertenece a Sinar Mas. APP no sólo es responsable de la destrucción de enormes superficies de selvas, sino que en 2001 se fue a la banca rota en una forma espectacular, protagonizando una de las quiebras más grandes de Asia. El Credit Suisse aportó hasta entonces la mayor parte de capital a APP. Por todo ello, exijo a Credit Suisse, UBS y BNP Paribas que interrumpan inmediatamente la capitalización de Golden Agri-Resources y que interrumpan las relaciones comerciales con la empresa. A potenciales inversores, recomiendo que busquen inversiones sostenibles desde el punto de vista ecológico y social, y que de ninguna manera inviertan dinero en la industria indonesia de la palma aceitera y papeleras. Muy atentamente,
Dear Mr. Dougan, Grübel Sir, Madam Belorgey,
I am shocked and disappointed to learn that your banks are taking the lead in the raising of capital investment funds for Golden Agri-Resources Group. This group is the holding company of the rainforest destroying activities of the infamous Sinar Mas Group in Indonesia, known for ruthlessly destroying rainforests and local cultures for toxic palm-oil monocultures. The capital you are to provide will be used to expand their palm-oil plantations and to construct palm oil mills and refineries. Using funding you arrange, the group plans to further develop 1.3 million hectares of new rainforest destroying palm-oil plantations in the Indonesian provinces of Kalimantan and Papua.
In Indonesia alone there are already 7 million hectares of carbon and species rich rainforests and peat bogs that have been sacrificed for oil palm monocultures which are biological deserts. As much as 20 million more hectares of plantations are planned for the future, further uprooting local peoples, and burning and clearing their rainforests. The rainforest destruction is of global importance because of the climate change emissions it causes. Indonesia's intact rainforests and peat bogs are immensely important carbon sinks. Despite years of appeals and efforts to get the Indonesian government to stop converting rainforest peatlands to oil palm; because of the bad impacts upon biodiversity, climate and local peoples, the government continues with plans to sacrifice an area the size of Switzerland to further rainforest conversion and deforestation from oil palm.
Golden Agri-Resources and the Sinar Mas Group are known to be particularly ruthless rainforest destroyers. In the past they have disastrously impacted indigenous populations, small farmers and indigenous people such as the Dayak, displacing indigenous and other local peoples from their land and depriving them of their livelihoods. For example, a subsidiary company of Golden Agri-Resources named Kresna Duta Agroindo (KDA) is currently involved in a serious land conflict with the village of Karang Mendapo in Sumatra.
In January 2009, the palm mayor of Karang Mendapo, Muhammad Rusdi, who is also a dedicated environmentalist, with arrested under bogus accusations in order to silence farmers protesting loss of the lands and livelihoods. Soon, on 11 July 2009 Rusdi's fate will be determined. It is vital that he not be falsely convicted because pressure from the companies you support that are stealing their land. Rusdi is a role model for hundreds of thousands of small farmers and indigenous people in Indonesia, where the palm oil industry has stolen their rainforests and country.
The European Union's recently adopted sustainability criteria for biofuels and the standards of the Round Table for Sustainable Palm Oil (RSPO) prevent continued rainforest destruction and land grabs from indigenous peoples. Indeed, the RSPO label is a pure sham as rainforests and peoples continue to suffer from oil palm. Those investing in Sinar Mas Group, as well as those arranging the financing such as your banks, are faced with serious long term risk. At any time investors could be held accountable for carbon being emitted, human rights violations against local peoples and poorly conceived business plans based upon rainforest liquidation.
This was shown in the case of the pulp company Asia Pulp and Paper (APP), which also belongs to Sinar Mas. APP has not only been responsible for devastating large-scale forest destruction, but has been poorly managed and went spectacularly bankrupt in 2001, causing one of the largest bankruptcies in Asia. Credit Suisse was up to then the most important provider of capital to APP. Clearly industrial conversion for oil palm and logging of the last of Indonesia's primary rainforests is not a good investment.
I therefore call on Credit Suisse, UBS and BNP Paribas to immediately stop the process of raising further investment capital for Golden Agri-Resources, and to permanently end its business relations. I strongly urge you and your potential oil palm investors to look for environmentally and socially acceptable investment opportunities elsewhere. This clearly means no money for Indonesian palm oil and paper industry stuck.
Yours sincerely,
Éxitos actuales