Libertad para manifestantes contra palma aceitera. Son inocentes

Miembros de RIAO-RDC con pobladores de Bongemba / Yahuma Habitantes de más de 100 comunidades se sienten amenazados por plantaciones de palma aceitera de la empresa PHC (© RIAO-RDC)

Pobladores de Mwingi y Bolesa necesitan nuestra solidaridad urgente: tras una marcha de protesta contra la empresa de palma aceitera PHC, varias personas fueron detenidas. Exigimos su inmediata puesta en libertad y el fin de la violencia, la criminalización y el robo de tierras. Firma la petición.

Noti­cias y actuali­zaciones Petición

Para: Autoridades de la República Democrática del Congo

“Exigimos la libertad de las personas detenidas en RD Congo. Justicia YA para afectados por las plantaciones de aceite de palma.”

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Los habitantes de numerosas comunidades de la República Democrática del Congo llevan décadas sufriendo las consecuencias de las plantaciones de aceite de palma. La violencia se repite una y otra vez: en 2015, una pareja fue asesinada tras ser acusada de robar frutos de aceite de palma yen 2019, Joel Imbangola fue golpeado hasta la muerte.

Entre los detenidos se encuentran miembros locales de la organización de derechos humanos RIAO-RDC, que apoyaron a las comunidades durante la protesta. La ocasión era la visita del nuevo propietario de la empresa Feronia-PHC, Sr. Mpinga. Su empresa, registrada en Mauricio, no se hizo cargo de las plantaciones hasta 2020.

Se acusa a los detenidos de iniciar una revuelta. También de tomar fotografías y conceder entrevistas a periodistas. Según los informes, dos de ellos fueron amenazados de muerte, y también hay informes de violencia física y agresiones sexuales contra las mujeres.

Las causas del conflicto se remontan a 110 años atrás, cuando se establecieron las primeras plantaciones.

Los habitantes de la región nunca consintieron, sino que simplemente se les arrebataron sus tierras ancestrales, es decir, su medio de vida.

Es urgente impedir el traslado de los detenidos a Kisangani, la capital de la provincia. Allí podrían quedar detenidos sin cargos durante varios meses.

Exigimos:

- Libertad inmediata para los detenidos.

- Fin de la violencia, la criminalización y el acaparamiento de tierras.

- La población afectada por las plantaciones debe recuperar sus derechos de una vez.

- Los bancos de desarrollo europeos deben presionar a su cliente Feronia-PHC para que cumpla estas exigencias.

La expresión pacífica de la propia opinión no puede conducir a detenciones arbitrarias y generar violencia.

Chefs traditionels à Lokutu / RDC

Jefes tradicionales en Lokutu (© RIAO-RDC)

Más información

La población de la región sufre un triple perjuicio: el legado de la época colonial, los intereses de inversores extranjeros de la actualidad y las actividades financieras internacionales.

El inicio de las plantaciones se remonta a 110 años atrás, cuando el gobierno colonial belga cedió grandes extensiones de bosque al empresario inglés Lord Leverhulme. Esas concesiones fueron la piedra fundacional de lo que hoy es la corporación global Unilever. En 2009, Unilever vendió sus terrenos a la empresa canadiense Feronia. Cuando ésta quebró en 2020, la empresa de inversiones Straight KKM, de Mauricio, adquirió las plantaciones.

También nos preocupa la violencia contra la población congoleña porque el Estado alemán está implicado en las escandalosas plantaciones de Feronia-PHC: la Deutsche Investitions- und Entwicklungsgesellschaft (DEG), filial del banco estatal KfW, concedió un préstamo de 16,5 millones de dólares estadounidenses en 2015; los bancos estatales de desarrollo de Gran Bretaña, Francia, España, Bélgica, Holanda y Estados Unidos han aportado más de 150 millones de dólares estadounidenses desde 2013.

A más tardar con la quiebra de Feronia, DEG podría haber intervenido en favor de la población afecada, pero lo ha hecho de forma inadecuada. Las comunidades exigen la devolución de las tierras, a las que no han tenido acceso durante más de 100 años. Por ello, una coalición de organizaciones alemanas e internacionales presiona a los bancos de desarrollo.

Los bosques tropicales de la cuenca del Congo se conservan intactos en gran medida. Pero la conversión de los palmerales en plantaciones industriales contribuye a su destrucción. Las plantaciones de aceite de palma de Feronia-PHC, en la RD Congo, tienen una "tradición de destrucción" centenaria. 25.000 hectáreas de bosque ya han sucumbido. El tamaño de las concesiones es gigantesco: se extienden a lo largo de 107.000 hectáreas que equivalen a tres veces el tamaño de la ciudad de Múnich.

Carta

Para: Autoridades de la República Democrática del Congo

Estimadas Sras. y Sres.:

Los habitantes de numerosas comunidades de la República Democrática del Congo llevan décadas sufriendo las consecuencias de las plantaciones de aceite de palma de PHC. Una y otra vez se reproduce la violencia en 2019, el Joel Imbangola fue golpeado hasta la muerte; en 2015, una fue asesinada una pareja acusada de robar unos frutos de aceite de palma. En repetidas ocasiones, las personas que resisten a la empresa de plantaciones PHC han sido detenidas.

A mediados de febrero, en Mwingi y Bolesa, varios miembros locales de la organización de derechos humanos RIAO-RDC fueron detenidos injustamente tras una marcha de protesta contra Feronia-PHC. Se les acusa de iniciar una revuelta. También de la toma de fotografías y de haber concedido entrevistas a periodistas. Según los informes, dos de ellos fueron amenazados de muerte, y también hay informes de violencia física y agresión sexual contra las mujeres.

Exigimos su liberación por ser inocentes y el fin de la violencia, la criminalización y el acaparamiento de tierras. Los indígenas afectados por las plantaciones deben obtener por fin sus derechos territoriales y el derecho al libre consentimiento. Los bancos de desarrollo europeos deben presionar a su cliente Feronia-PHC para que cumpla estas exigencias.

Atentamente,

Información breve sobre el tema Aceite de palma

El punto de partida – La selva en el tanque y en el plato

Con 66 millones de toneladas por año, el aceite de palma es el aceite vegetal que se produce en mayor cantidad. Actualmente, las plantaciones de palma se extienden sobre 27 millones de hectáreas de tierras. En una superficie del tamaño de Nueva Zelanda, las selvas, las personas y animales quedan sometidas a la expansión de estos „desiertos verdes“.

Su bajo precio en el mercado global y su fácil procesamiento industrial han permitido que en la actualidad, uno de cada dos productos industriales de supermercado lo contengan entre sus ingredientes. Además de en las pizzas congeladas o precocinadas, galletas, y margarinas, el aceite de palma se encuentra también en las cremas corporales, jabones, maquillajes, velas y detergentes.

Lo que casi nadie sabe: actualmente en la Unión Europea se utiliza 61% por ciento del aceite de palma en la producción de energía -51% (4,3 millones de toneladas) para la producción de biodiésel y 10% (0,8 millones de toneladas) en centrales eléctricas para la producción de electricidad y calor.

En España en 2017 se utilizaron 1,2 millones de toneladas de aceite de palma para produccir biombustibles. El país importó un total de 1,7 toneladas de aceite de palma.

La desacertada política de energías renovables de España y de la UE es una causa importante de la deforestación de las selvas tropicales. La Directiva de Energías Renovables que rige desde 2009 prescribe una mezcla obligatoria de agrocombustibles en el la gasolina y en el diesel.

Repetidamente, ecologistas, defensores de derechos humanos, comunidad científica y recientemente también miembros del Parlamento Europeo exigen excluir el aceite de palma de los agrocombustibles y las centrales de producción energética desde 2021 -sin éxito. El 14 de junio de 2018, los estados miembro decidieron seguir permitiendo el uso del aceite tropical de palma como „bioenergía“ hasta 2030.

Las consecuencias – La muerte hasta en la sopa

En la humedad de los cálidos trópicos en torno a la línea del ecuador se encuentran las condiciones óptimas para el crecimiento de la palma aceitera. En el sudeste de Asia, Mesoamérica y África se talan y queman día a día amplias superficies de selva para hacer espacio a las plantaciones. Así se emiten grandes cantidades de gases de efecto invernadero en la atmósfera, que son dañinos para el clima. Indonesia, el principal país productor de aceite de palma fue en 2015 en parte responsable en mayor medida que los Estados Unidos de las emisiones de gases de erecto invernadero. El CO2 y las emisiones de metano son la causa de que el biocombustible de aceite de palma sea tres veces más dañino para el clima que el combustible fósil.

Pero no sólo se resiente el clima: con los árboles desaparecen especies animales en peligro de extinción como los orangutanes, los elefantes pigmeos de Borneo y los tigres de Sumatra. A menudo, el pequeño campesinado y los pueblos indígenas que desde hace generaciones viven en los bosques y los protegen sufren desplazamientos brutales. En Indonesia existen más de 700 conflictos por la tierra en relación con la industria de la palma aceitera. También en las plantaciones clasificadas como „sostenibles“ o „bio“ hay cada vez más violaciones de derechos humanos.

Los consumidores conocemos poco de todo esto. Nuestro consumo diario de aceite de palma tiene consecuencias negativas directas para nosotros: en el aceite de palma refinado hay grandes cantidades de ésteres de ácidos grasos perjudiciales para la salud, que dañan el material genético y pueden producir cáncer.

La solución – Revolución en el tanque y en el plato

Sólo quedan 70.000 orangutanes en los bosques del sudeste de Asia. La política de biocombustibles lleva a los simios cada vez más al borde de la extinción: cada nueva plantación de aceite de palma destruye un poco de su hábitat. Para ayudar a estos parientes cercanos nuestros, debemos presionar a los políticos. Pero también se puede hacer mucho en nuestro día a día.

Estos sencillos consejos ayudan a reconocer el aceite de palma, a evitarlo y a rechazarlo:

  1. Cocinar y decidir: alimentos producidos localmente, ingredientes frescos, mezclados con un poco de fantasía hacen sombra a cada producto industrial preparado (de los que contienen aceite de palma). Para cocinar se pueden utilizar aceites tradicionales como el de oliva, girasol, maíz o lino.

  2. Leer la letra pequeña: desde diciembre de 2014, en los paquetes de los alimentos es obligatorio indicar si un producto contiene aceite de palma. En cosméticos y productos de limpieza se esconde el devorador de selvas bajo una multitud de términos químicos. Investigando en internet se pueden encontrar más o menos fácilmente alternativas libres de aceite de palma.

  3. La clientela siempre tiene la razón: ¿Qué productos libres de aceite de palma me ofrece? ¿Por qué no tiene productos a base de aceites de producción local? Preguntando al personal y escribiendo cartas a los fabricantes de los productos, las empresas se preocuparán más por la aceptación de sus productos. La presión pública y la conciencia creciente en torno al aceite de palma ya han impulsado a algunos fabricantes a evitar el aceite de palma, al menos en algunos países europeos como Alemania o Italia, donde recientemente se ha tematizado mucho esta cuestión.

  4. Transporte público en lugar de coche: siempre que sea posible, caminar, ir en bici o en transporte público.

  5. Informarse y difundir lo aprendido: economía, negocios y política nos quieren hacer creer que los biocombustibles son amigables con el medio ambiente y las plantaciones de palma pueden ser sostenibles. Salvalaselva.org informa sobre las consecuencias de la expansión de las plantaciones de palma y las campañas pueden difundirse fácilmente en todas las redes sociales.

Además:

  1. Peticiones y presión política: las peticiones online ayudan a presionar a los políticos responsables de las políticas de biocombustibles e importaciones.

  2. Hacer ruido: manifestaciones y acciones directas creativas en la calle llaman la atención de la gente y de los medios. Así también crece la presión sobre los políticos.

Más información:

Preguntas y respuestas sobre aceite de palma

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