La petrolera italiana ENI quiere pintarse de verde

Los daños de las plantaciones de palma aceitera en Indonesia Monocultivos industriales de palma eceitera en Indonesia (Foto: WALHI West Kalimantan-Indonesia-Danau Sentarum) (© Walhi)

20 nov 2014

Después de convertir su refinería de crudo en Marghera (Venecia) para quemar aceite de palma, ENI ha decidido repetir este modelo en otra refinería, la de Gela (Sicilia). El problema: el aceite de palma procede del sudeste asiático y se vincula a la devastación de los últimos bosques tropicales del planeta.

ENI, compañía italiana en parte estatal, parece querer convertirse en líder europea en la producción de agrocombustibles. Para 2017, el centro industrial de ENI en Gela (Sicilia) sería la refinería de aceite de palma más grande de Europa, con una producción estimada de 750 mil toneladas de producto por año. Y a pesar de que ENI las llama “bio”refinerías verdes, eso convertirá a ENI también en una de las empresas líder también en deforestación.

La prensa italiana reporta estos días la firma de un acuerdo que implica una inversión de unos 2,2 mil millones de euros, entre ENI, el gobierno nacional, la región Sicilia y los sindicatos con el propósito de activar el proyecto de reconversión de la refinería de Gela

De cumplirse los planes, la producción anual de esta refinería llegará en 2017 a 750 mil toneladas anuales de combustible. ENI no ha proporcionado informaciones acerca de la procedencia del aceite de palma que utilizará parala planta de Gela. Para su refinería de Marghera, ENI compra el 90% del aceite de palma de Indonesia y Malasia, países que abastecen la mayoría del mercado mundial de esta materia prima.

En contra de lo que se piensa, el uso de aceite de palma en la producción de agrocombustibles no tiene nada de sustentable o verde. Por el contrario, la expansión de los monocultivos de aceite de palma contribuyen considerablemente al aumento de los gases a efecto invernadero y a la destrucción de biodiversidad irrecuperables, como lo demuestran estudios científicos encargados por la misma Unión Europea y numerosas fuentes.

Incluso el sello de certificación de aceite de palma RSPO (Mesa Redonda de la Palma de Aceite Sustentable) tras el que se amparan numerosas compañías como garantía de sostenibilidad frente a las criticas de ambientalistas y científicos ha sido severamente cuestionado. La certificación no detiene la deforestación ni las emisiones de CO2 por la implementación de los monocultivos de palma aceitera debido a la creciente demanda de aceite de palma por el mercado. Los monocultivos necesitan tales extensiones de tierra a las que las empresas sólo acceden tras la deforestación mientras sus planteamientos de que sólo utilizarán tierras ya deforestadas se han revelado como falsos.

“Gracias a ENI, Italia se va a convertir en el país líder europeo de la destrucción de las selvas tropicales, de sus animales y de la vida de comunidades campesinas e indígenas que a menudo son desplazadas de sus tierras ancestrales por la implemetanción de plantaciones de palma aceitera, sin poder recuperar una vida digna con base a sus usos y costumbres y obtener justicia por la violación de sus derechos. Esto es un primato nefasto que no brinda algún honor al país y a sus ciudadanos.”, afirma Elisa Norio de Salviamo la Foresta.

Salviamo la Foresta tiene una petición online a la que es todavía posible sumarse, pidiendole a ENI y al gobierno italiano reconsiderar sus decisiones acerca de reconvertir la refinería de aceite de palma de ENI en Marghera en “bio”refinería.

Sobre la certificación RSPO, ver también:

El "Maquillaje Verde" de las plantaciones industriales de palma aceitera

Mesa Redonda sobre el Aceite de Palma Sostenible (RSPO) y sus falsas promesas para promover su expansión

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