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Mujer indígena y dos hombres indígenas con corona de plumas junto a un árbol talado
Cacica Miriam y su hijo Ítalo Tembé, junto a unos troncos talados ilegalmente en su territorio que confiscaron (© RdR/ Klaus Schenck)

Los bosques del planeta son vida, no productos de compraventa

19 nov 2025El nuevo fondo financiero TFFF, iniciado por Brasil en la Conferencia Mundial sobre el Clima COP30, busca proteger las selvas tropicales. Sin embargo, pueblos indígenas y ecologistas rechazan la iniciativa por considerarla destructiva, colonialista y depredadora. Eel TFFF sirve para hacer negocios en los mercados financieros mundiales a costa de las selvas tropicales. No sumamos a estas denuncias.


La Cumbre de los Pueblos, una coalición global de 1100 organizaciones de la sociedad civil, rechaza en su declaración final sobre la COP30 las falsas soluciones  a la crisis climática y advierte en su punto número cuatro concretamente sobre TFFF:

Nos oponemos a cualquier solución falsa a la crisis climática que perpetúe prácticas  perjudiciales, cree riesgos impredecibles y desvíe la atención de las soluciones  transformadoras y basadas en la justicia climática y de los pueblos, en todos los biomas y ecosistemas. Advertimos que el TFFF, al ser un programa financiarizado, no es una  respuesta adecuada. Todos los proyectos financieros deben estar sujetos a criterios de  transparencia, acceso democrático, participación y beneficio real para las poblaciones  afectadas. 

Justo antes de la COP30, a principios de noviembre de 2025, durante una visita a la aldea indígena I'Ixing, nos recibió la líder indígena cacica Miriam Tembé y su hijo Italo Tembé, en la selva tropical del estado de Pará. A nuestra pregunta sobre sus expectativas respecto a la COP, respondió:

No tenemos ninguna expectativa respecto a las discusiones que se llevarán a cabo en la COP30

Cacica Miriam Tembé

«En la COP no se debate sobre el respeto de los derechos de los pueblos de los bosques, la demarcación de los territorios indígenas, la concesión de títulos de propiedad de la tierra o el respeto de la consulta previa, libre e informada. Tampoco se debate sobre la conservación de todos los recursos naturales que preservamos en nuestros territorios. Nuestros ríos, arroyos y bosques no importan», continúa Miriam Tembé.

«Sabemos que los gobiernos que participan en la Conferencia Mundial sobre el Clima hablan de comercializar todas estas riquezas de nuestros territorios, que son nuestro hogar. La COP servirá para fortalecer aún más el capitalismo».

«Si queremos garantizar nuestros derechos, debemos trabajar por nosotros mismos. Debemos unir a los pueblos y juntar nuestras fuerzas. Debemos ayudarnos a nosotros mismos. No tiene sentido esperar al Estado, porque no nos va a ayudar», afirma Miriam Tembé.

Siempre hemos protegido nuestra selva tropical, no queremos dinero por ello

Itahu Ka’apor, consejo indígena Tuxa Ta Pame, Maranhão
 

Hablamos con Itahu Ka’apor al margen de la «COP de los Pueblos», organizada por una alianza de organizaciones brasileñas paralelamente a la Cumbre Mundial sobre el Clima COP30 en Belém, en la desembocadura del Amazonas.

«A principios de noviembre recibimos en nuestro territorio a indígenas de Indonesia. Vinieron para conocer más sobre nuestra trabajo por la buena convivencia en la selva tropical de nuestro territorio. Nuestra tierra indígena Alto Turiaçu, de 532 000 hectáreas, es una de las últimas zonas de selva tropical intactas en el estado de Maranhão», explica Itahu Ka’apor.

Cuatro indígenas Ka’apor sostienen una pancarta en la que se lee “Gobierno es tutela y devastacion. Autogobierno es proyecto de vida en Acción”
Indígenas Ka'apor del Consejo Tura Ta Pame rechazan la tutela por el gobierno y han establecido un gobierno autónomo propio (© RdR/ Klaus Schenck)

«Hemos formado una alianza con ellos para trabajar a nivel internacional por territorios libres de la arbitrariedad estatal, por la protección de los bosques y por nuestros gobiernos autónomos. Nos oponemos a la comercialización de la naturaleza, a REDD+ y al TFFF. Porque son proyectos que en realidad tienen como objetivo la venta y la destrucción del bosque», afirma Itahu Ka’apor.

 

Seminario de la Coalición Mundial por los Bosques sobre el TFFF

En el marco de la «Cumbre de los Pueblos», la Coalición Mundial por los Bosques organizó, el 13 de noviembre, un seminario sobre TFFF en el que participamos. Siguen algunas de las opiniones que pudimos recoger allí :

Hemos venido a Belém para detener el TFFF. Esta iniciativa, este mecanismo, es destructivo. No protegerá las selvas tropicales, sino que empeorará aún más su situación. Porque se ha creado para hacer negocios en los mercados financieros mundiales»

Mary Louise Malig, GFC, Filipinas

«A través de los medios de comunicación se afirmaa que la iniciativa TFFF proviene del Sur Global, que ha sido elaborada por Brasil, la República Democrática del Congo e Indonesia, es decir, los países con las mayores áreas de selva tropical existentes. Pero no es cierto. La iniciativa fue redactada ya en 2008 por un funcionario del Banco Mundial en Washington. Y no se trataba de medidas para proteger las selvas tropicales y el clima mundial, sino de nuevas oportunidades de negocio para los bancos de inversión», afirma Mary Louise Malig.

Grupo de cinco personas ponentes frente a una mesa
De izquierda a derecha: Mary Louise Malig; Kwami Kpondzo; Satrio Manggala; 2. Segunda fila desde la izquierda: Pablo Solón; Joao Gutemberg Sampaio (© RdR/ Klaus Schenck)

El TFFF no será gestionado por el Comité del Clima de las Naciones Unidas, sino por los ministros de Finanzas de los países del G20. El TFFF se presenta como un mecanismo basado en el mercado, con financiación pública y privada, destinado a subsanar las deficiencias y los fracasos de otras iniciativas para la protección forestal y climática a nivel mundial, como «REDD» y el «Mecanismo de Desarrollo Limpio».  «Pero, ¿por qué deberíamos confiar en estos inversores?», pregunta Mary Louise Malig.

«Son las mismas personas que invierten dinero en minería, tala, industria petrolera y agrícola, es decir, todas las actividades que destruyen los bosques y arruinan el clima mundial».

«Los 125 000 millones de dólares estadounidenses (equivalentes a 108000 millones de euros) que se prevé recaudar con el TFFF no están garantizados, al igual que los 4000 millones de dólares estadounidenses (3400 millones de euros) anuales que se pagarán a los países que conserven sus selvas tropicales. Esta suma solo se generará si se alcanza el rendimiento del 7 % calculado para las inversiones monetarias y los inversores se han embolsado primero el rendimiento garantizado del 3 %», afirma Pablo Solón.

Los bosques de la Tierra son vida, no son simplemente servicios medioambientales que se pueden pagar

Pablo Solón, de la Fundación Solón, Bolivia

«En la COP30 no hay una participación adecuada de los pueblos indígenas, ni tampoco están representados los jóvenes, por ejemplo. Tampoco está representada la naturaleza, aunque, como sabemos, tiene derechos propios. Todos nosotros y los pueblos indígenas que viven en los bosques debemos defenderlos», explica Pablo Solón.

Las repercusiones socioeconómicas del TFFF serían fatales, el fondo es una herencia colonial»

Kwami Kpondzo, Centre pour la Justice Environnementale (CJE), Togo

«Los creadores de TFFF quieren controlar los bosques tropicales y a las personas que viven en ellos, cuyas vidas y salud dependen de los bosques, ya que los utilizan como farmacia. Marginan los conocimientos de los pueblos indígenas del bosque, quieren limitar su vida en los bosques y expulsar a las personas», continúa Kwami Kpondzo.

Una treintena de personas sentadas y formando un círculo en reunión
Reunión de la Coalición Mundial por los Bosques el 12 de noviembre 2025 en Belém (© RdR/ Klaus Schenck)

«Si permitimos el TFFF, estamos permitiendo nuestra propia decapitación. Tampoco pedimos que se mejore el TFFF. Porque eso no es posible. Exigimos que se rechace el TFFF, porque quienes deben financiar el fondo son las mismas personas que invierten en minería, agroindustria y plantaciones. Ahora debemos decir no a las soluciones falsas», afirma Kpondzo.

Indonesia es un laboratorio para proyectos del Banco Mundial como REDD+. Prometen dinero a los habitantes a través de REDD, pero luego, meses después, el dinero no llega, Satrio Manggala, red Walhi, Indonesia

«Después de esos proyectos, el Gobierno entrega los bosques a empresas que expulsan a la gente de sus hogares por la fuerza. El TFFF me recuerda a la época colonial, es un proceso de colonización de los bosques de la Tierra», continúa Satrio Manggala.

«El TFFF no es una política para proteger la naturaleza, sino para comercializarla, un proyecto especulativo disfrazado de proyecto de protección», afirma uno de los oyentes, de Brasil, llamado Felipe, quien concluye que «este capitalismo «verde» es un modelo de explotación eterna de los recursos del planeta, de financiarización total de la naturaleza, detrás del cual se esconden los grandes bancos y fondos de inversión. Para ellos, las ganancias están por encima de la vida, la naturaleza se compra y se vende. El TFFF es depredador, concentra el control sobre los bosques».

 



 

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