Visita al pueblo indígena Pataxó en Bahía, Brasil
Guadalupe Rodríguez, Felipe Sabrina y Klaus Schenck viajan por los estados brasileños de Bahía, Maranhão y Pará para visitar a nuestras organizaciones aliadas. El punto final del viaje es la Cumbre de los Pueblos, que se celebrará paralelamente a la Conferencia Mundial sobre el Cambio Climático COP30 a mediados de noviembre en Belém, en la región amazónica.
Nuestra primera parada es en el sur del estado de Bahía. Desafortunadamente, el clima lluvioso y gris no colabora. Para viajar de Porto Seguro al distrito municipal de Prado necesitamos cuatro horas. En el pueblo de Guarani, termina el asfalto y comienza una pista resbaladiza sin pavimentar, llena de baches y barro. Con tracción en las cuatro ruedas, avanzamos tambaleándonos a través de un paisaje montañoso.
Los grandes terratenientes se han apoderado de la región, como van indicando los carteles y las puertas de entrada a sus fazendas. La selva atlántica, rica en especies, ha ido dando paso a los pastos para ganado a lo largo y a ambos lados de la vía. Las áreas ya están más o menos degradadas, solo de vez en cuando vemos el ganado zebú destinado a la producción de carne que pasta. En medio hay plantaciones de café, cacao, papaya y pimienta.
Industria de pulpa y papel en el sur de Bahía
A nuestra espalda van quedando una tras otra plantaciones de eucaliptos. En filas interminables, los delgados árboles se extienden hacia el cielo hasta alcanzar los 30 metros de altura. No ofrecen un hábitat natural ni adecuado para animales y plantas. Los monocultivos y los pesticidas que se utilizan allí destruyen y envenenan los suelos sensibles y las fuentes de agua.
Las empresas de papel y celulosa Suzano, Veracel (empresa conjunta del grupo brasileño Suzano con el grupo sueco-finlandés Stora Enso) y Aracruz tienen una de sus principales áreas de producción aquí, en el sur de Bahía y en el vecino estado de Espírito Santo. Brasil exporta 15 millones de toneladas de pulpa al año, de las cuales un millón de toneladas son de pulpa de eucalipto y se exportan a Alemania.
Después de 30 kilómetros y dos horas y media de viaje, llegamos por fin a la aldea indígena de Río Docahy, justo antes de la costa atlántica. El líder Mãdy Pataxó nos espera en una granja recuperada por los indígenas. Nos sentamos en una gran mesa de madera maciza. Junto con su madre, nos sirven un almuerzo. Entonces Mãdy comienza a informarnos.
Mãdy es uno de los líderes Pataxó, activo en varias funciones e iniciativas. En 2022, estuvo de gira por Europa, por invitación de la Red de Cooperación Brasil (KoBra) de Alemania, y también visitó Bruselas para reunirse con la UE y Ginebra para reunirse con las Naciones Unidas.
Historia de la expulsión, la privación de derechos y la destrucción cultural
Los Pataxó han vivido bajo amenaza durante más de 500 años. Aquí mismo, en la costa cercana, en el año 1500, un grupo de "descubridores" portugueses, liderados por Pedro Álvarez Cabral, desembarcó por primera vez en Brasil para conquistar la tierra para la monarquía portuguesa.
Uno de los ataques más graves contra los Pataxó tuvo lugar en 1951. Las unidades policiales asaltaron el pueblo de Barra Vella, prendieron fuego a las casas, golpearon, expulsaron o mataron a la gente. Los Pataxó siguen sufriendo de aquél ataque y sus consecuencias.
A partir de la década de 1970, la empresa maderera Brasil Holanda de Indústria S.A. cortó la codiciada madera tropical , nos cuenta Mãdy. Por lo tanto, hoy en día no hay árboles adultos de las especies de madera tropical que se utilizan comercialmente.
Actualmente, viven unos 20.000 pataxó en 50 comunidades, dice Mãdy. Aquí, en el distrito municipal de Prado, las autoridades brasileñas comenzaron hace muchos años a delimitar partes del territorio tradicional de los Pataxó en dos territorios indígenas: "TI Comexatiba", con 28.000 hectáreas, y el "TI Barra Velha do Monte Pascoal", con 53.000 hectáreas de tierra.
Solo faltan los últimos pasos para el reconocimiento oficial de los dos territorios indígenas, pero los procedimientos se han estado prolongando durante casi cuarenta años. Mientras tanto, los grandes terratenientes y las empresas se están apropiando de cada vez más de tierras indígenas.
Hay innumerables superposiciones de tierras con pastos para ganado, plantaciones de eucaliptos, empresas turísticas y áreas protegidas estatales como el Parque Nacional Monte Pascoal (223 km²).
Los Pataxó reaccionan con retomadas de territorios
En 1999, el gobierno brasileño creó el "Parque Nacional del Descobrimento", 227 km² , por el quinientos aniversario del "Descubrimiento de Brasil". Lo fundaron sin consultarnos y sin nuestra participación, informa Mãdy. Por eso lo ocupamos en 2002.
Una y otra vez, los Pataxó llevan a cabo tales retomadas pacíficas, autodelimitaciones y autodemarcaciones de las tierras afectadas. Actualmente hay alrededor de 80 áreas. En 2025, el Tribunal Federal de la 1. Región (TRF1), en una sentencia, confirmó las acciones de los Pataxó en el territorio indígena Barra Velha do Monte Pascoal como legítimas.
Violencia extrema contra los pueblos indígenas
Desde 2022, los Pataxó han estado expuestos a una nueva ola de ataques y violencia extrema con heridos y muertos por parte de grupos armados como uno llamado "Invasão Zero". Hay policías también involucrados en los robos. Desde entonces, seis pataxó han sido asesinados, entre ellos, muy cerca, Gustavo, de 14 años, y líder indígena Nega Pataxó. El canal de televisión Globo Bahia emitió el reportaje en cinco partes "Land im Krieg" a principios de este año.
Tres semanas antes de nuestra visita, 40 milicianos armados atacaron a los Pataxó a pocos kilómetros de distancia e hirieron a dos indígenas, explica Mãdy. Se dice que el presidente de una asociación agrícola contrató a los hombres a cambio de una remuneración para el robo y los habría llevado hasta el territorio indígena en un autobús alquilado, según informa la asociación brasileña de indígenas APIB.
Representantes de la industria agrícola y blogueros en Internet se refieren a los Pataxó como 'falsos indígenas'. Afirman que unos pocos indígenas poseerían enormes extensiones de tierras, difunden el odio e incitan a la violencia. Mientras difunden este bulo, los mismos grandes terratenientes, personas individuales, se apropian de tierras que son más extensas que las tierras reconocidas para comunidades indígenas enteras.
Necesitamos la tierra y sus recursos para vivir. La tierra es nuestro cuerpo, el agua nuestra sangre y la selva tropical nuestra fe espiritual.
Los Pataxó plantan nuevos bosques
A continuación, partimos con Mãdy para visitar el cercano Centro de investigación y formación Ibirema Pataxó. Se encuentra en una granja ocupada hace tres años, en medio de un área de unos 500 metros de ancho que los Pataxó han construido en las plantaciones de eucaliptos. Ahora están en proceso de renaturalizar el área con especies de árboles autóctonos. El objetivo es crear un corredor boscoso entre los bosques existentes y las áreas protegidas, que también puedan utilizar los animales salvajes.
Después de una conversación con otro líder indígena, Capivara Pataxó, tenemos que despedirnos. A las seis de la tarde ya oscurecie, la pista está en mal estado y las distancias en Brasil son enormes.
Para nosotros, la visita es un primer contacto directo e in situ con los Pataxó. Nuestro objetivo es acordar una cooperación a largo plazo. Los Pataxó necesitan atención y apoyo público para reconocer sus derechos.