Kellogg´s, Nestlé, Unilever: detengan el trabajo infantil

Kellogg’s, Nestlé, Unilever: trabajo infantil en la producción de aceite de palma Monocultivos y trabajo infantil van mano a mano en la producción de aceite de palma (© Jason Motlagh - Montage RdR)
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En lugar de ir a la escuela, niños y niñas trabajan en plantaciones de palma aceitera de la empresa Wilmar. Entre sus clientes se encuentran marcas occidentales de productos consumo diario: Colgate Palmolive, Kellogg’s, Nestlé, Procter&Gamble y Unilever, según Amnistía Internacional.

Noti­cias y actuali­zaciones Petición

Para: La industria de aceite de palma y sus clientes: Wilmar y proveedores, Colgate Palmolive, Kellogg’s, Nestlé, Unilever und Procter&Gamble

“La industria de aceite de palma y sus clientes deben dejar de causar violaciones de derechos humanos y de beneficiarse del trabajo infantil y forzado.”

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Las selvas tropicales se talan para establecer plantaciones de palma aceitera -ya hay 27 millones de hectáreas en el mundo, una superficie mayor que Gran Bretaña. No sólo la naturaleza y especies amenazadas como los orangutanes sufren de la falta de escrúpulos de la industria del aceite de palma y de la inconciencia de los clientes. También trabajadores de las plantaciones.

Marcas multinacionales como Kellogg's, Nestlé, Unilever y Procter & Gambl se benefician de un sistema  abusa de los derechos humanos, de niñas y niños y obliga a trabajos forzosos en plantaciones de palma en Indonesia, informa la organización de derechos humanos Aminstía Internacional.

En el informe El gran escándalo del aceite de palma: abusos laborales tras las grandes firmas documenta Amnistía las condiciones laborales en las plantaciones de palma en Indonesia. Trabajo infantil y trabajos forzosos, discriminación a mujeres y prácticas abusivas y peligrosas que afectan la salud de las trabajadoras. No son casos aislados, sino prácticas habituales de empresas del grupo Wilmar y sus proveedores. Wilmar, con sede en Singapur es la primera empresa mundial de aceite de palma.

Niños de entre 8 a 14 años llevan a cabo tareas peligrosas. Algunos abandonan la escuela, ya para ayudar a sus padres a cumplir con los objetivos marcados por el empleador en las plantaciones, relata Amnistía.

Marcas como Colgate-Palmolive, Kellogg's, Nestlé, Unilever y Procter&Gamble son clientes de las refinerías de aceite de palma que procesan el aceite de palma de las plantaciones. Las empresas que fabrican los productos de consumo se benefician igualmente del aceite de palma barato, que no toma en consideración los impactos sobre los seres humanos y el medio ambiente.

Por favor, firma la petición a la industria de aceite de palma y sus clientes.

Más información

Las acusaciones elevadas por Amnistía Internacional sobre las condiciones laborales escandalosas en la industria de aceite de palma no son nuevas. Ya en 2011, la organización ambiental Rainforest Action Network (RAN) acusó al grupo KLK y a su cliente Cargill de graves violaciones de derechos humanos: Cargill: Keep Slave Labor Out of US Grocery Stores. En 2014 RAN dio seguimiento al asunto conun segundo informe: Report: Child Labor, Land Grabbing and Deforestation Rampant Across Palm Oil Giant KLK’s Operations.

En 2013, el periodista Benjamin Skinner informó en la revista de economía Bloomberg-Newsweek sobre cómo las trabajadoras de las plantaciones de palma eran forzadas a los trabajos más duros, encerrados, se les pegaba y se les engañaba con sus pagas. Hombres, mujeres y niños andaban por las plantaciones como esclavos – siete días a la semana. El artículo: Indonesia's Palm Oil Industry Rife With Human-Rights Abuses.

Durante nueve meses investigó Skinner con un equipo las condiciones laborales en las plantaciones de palma aceitera en Indonesia. Los trabajadores en los monocultivos de la empresa de Malasia, KLK habían sido contratados con falsas promesas, les habían robado sus papeles forzándoles al trabajo en pésimas condiciones.

Ya entonces las empresas occidentales como Cargill fueron relacionadas con violaciones de derechos humanos. Y sus clientes eran también las grandes empresas productoras de alimentos cono Nestlé, Kellogg's y Unilever, así como la industria del biodiesel.

Desde el país vecino Malasia se informa sobre miles de niños que están obligados a trabajar en las plantaciones de palma aceitera. Ver el artículo Palm Oil for the West, Exploitation for Young Workers in Malaysia. Así aterrizan los productos fabricados con trabajo de niños y esclavos -entonces como ahora en nuestra mesa o en el tanque de nuestros automóviles: en la margarina, los copos de cereales, las choco-cremas y el biodiésel.

-Comunicación de Amnistía Internacional del 30 de Noviembre 2016

- Estudio de Amnistía Internacional "The great palm oil scandal: Labour abuses behind big brand names" en formato PDF (en inglés)

- Saurlin P Siagian, Amin Siahaan Buyung, Nur Khairani (2011):The Loss of Reason. Human Rights Violations in the Oil-Palm Plantations in Indonesia

- Saurlin Siagian, Lentera Rakyat (2012): From Bad to Worst. Palm Oil Expansion Impacts, Indonesia Case, Presentation

Carta

Para: La industria de aceite de palma y sus clientes: Wilmar y proveedores, Colgate Palmolive, Kellogg’s, Nestlé, Unilever und Procter&Gamble

Estimadas Sras. y Sres.:

Amnisitía Internacional ha elevado duras críticas a la industria de aceite de palma y sus clientes. En las plantaciones de aceite de palma que ha investigado se violan sistemáticamente derechos humanos fundamentales y derechos laborales.

Su obligación es detener inmediatamente el trabajo infantil y forzoso así como las condiciones laborales de explotación y de peligro para la salud en las plantaciones de palma aceitera. No compren aceite de palma de empresas que no puedan demostrar de manera clara, que los derechos humanos y laborales se respetan estrictamente.

Atentamente,

Información breve sobre el tema Aceite de palma

El punto de partida – La selva en el tanque y en el plato

Con 66 millones de toneladas por año, el aceite de palma es el aceite vegetal que se produce en mayor cantidad. Actualmente, las plantaciones de palma se extienden sobre 27 millones de hectáreas de tierras. En una superficie del tamaño de Nueva Zelanda, las selvas, las personas y animales quedan sometidas a la expansión de estos „desiertos verdes“.

Su bajo precio en el mercado global y su fácil procesamiento industrial han permitido que en la actualidad, uno de cada dos productos industriales de supermercado lo contengan entre sus ingredientes. Además de en las pizzas congeladas o precocinadas, galletas, y margarinas, el aceite de palma se encuentra también en las cremas corporales, jabones, maquillajes, velas y detergentes.

Lo que casi nadie sabe: actualmente en la Unión Europea se utiliza 61% por ciento del aceite de palma en la producción de energía -51% (4,3 millones de toneladas) para la producción de biodiésel y 10% (0,8 millones de toneladas) en centrales eléctricas para la producción de electricidad y calor.

En España en 2017 se utilizaron 1,2 millones de toneladas de aceite de palma para produccir biombustibles. El país importó un total de 1,7 toneladas de aceite de palma.

La desacertada política de energías renovables de España y de la UE es una causa importante de la deforestación de las selvas tropicales. La Directiva de Energías Renovables que rige desde 2009 prescribe una mezcla obligatoria de agrocombustibles en el la gasolina y en el diesel.

Repetidamente, ecologistas, defensores de derechos humanos, comunidad científica y recientemente también miembros del Parlamento Europeo exigen excluir el aceite de palma de los agrocombustibles y las centrales de producción energética desde 2021 -sin éxito. El 14 de junio de 2018, los estados miembro decidieron seguir permitiendo el uso del aceite tropical de palma como „bioenergía“ hasta 2030.

Las consecuencias – La muerte hasta en la sopa

En la humedad de los cálidos trópicos en torno a la línea del ecuador se encuentran las condiciones óptimas para el crecimiento de la palma aceitera. En el sudeste de Asia, Mesoamérica y África se talan y queman día a día amplias superficies de selva para hacer espacio a las plantaciones. Así se emiten grandes cantidades de gases de efecto invernadero en la atmósfera, que son dañinos para el clima. Indonesia, el principal país productor de aceite de palma fue en 2015 en parte responsable en mayor medida que los Estados Unidos de las emisiones de gases de erecto invernadero. El CO2 y las emisiones de metano son la causa de que el biocombustible de aceite de palma sea tres veces más dañino para el clima que el combustible fósil.

Pero no sólo se resiente el clima: con los árboles desaparecen especies animales en peligro de extinción como los orangutanes, los elefantes pigmeos de Borneo y los tigres de Sumatra. A menudo, el pequeño campesinado y los pueblos indígenas que desde hace generaciones viven en los bosques y los protegen sufren desplazamientos brutales. En Indonesia existen más de 700 conflictos por la tierra en relación con la industria de la palma aceitera. También en las plantaciones clasificadas como „sostenibles“ o „bio“ hay cada vez más violaciones de derechos humanos.

Los consumidores conocemos poco de todo esto. Nuestro consumo diario de aceite de palma tiene consecuencias negativas directas para nosotros: en el aceite de palma refinado hay grandes cantidades de ésteres de ácidos grasos perjudiciales para la salud, que dañan el material genético y pueden producir cáncer.

La solución – Revolución en el tanque y en el plato

Sólo quedan 70.000 orangutanes en los bosques del sudeste de Asia. La política de biocombustibles lleva a los simios cada vez más al borde de la extinción: cada nueva plantación de aceite de palma destruye un poco de su hábitat. Para ayudar a estos parientes cercanos nuestros, debemos presionar a los políticos. Pero también se puede hacer mucho en nuestro día a día.

Estos sencillos consejos ayudan a reconocer el aceite de palma, a evitarlo y a rechazarlo:

  1. Cocinar y decidir: alimentos producidos localmente, ingredientes frescos, mezclados con un poco de fantasía hacen sombra a cada producto industrial preparado (de los que contienen aceite de palma). Para cocinar se pueden utilizar aceites tradicionales como el de oliva, girasol, maíz o lino.

  2. Leer la letra pequeña: desde diciembre de 2014, en los paquetes de los alimentos es obligatorio indicar si un producto contiene aceite de palma. En cosméticos y productos de limpieza se esconde el devorador de selvas bajo una multitud de términos químicos. Investigando en internet se pueden encontrar más o menos fácilmente alternativas libres de aceite de palma.

  3. La clientela siempre tiene la razón: ¿Qué productos libres de aceite de palma me ofrece? ¿Por qué no tiene productos a base de aceites de producción local? Preguntando al personal y escribiendo cartas a los fabricantes de los productos, las empresas se preocuparán más por la aceptación de sus productos. La presión pública y la conciencia creciente en torno al aceite de palma ya han impulsado a algunos fabricantes a evitar el aceite de palma, al menos en algunos países europeos como Alemania o Italia, donde recientemente se ha tematizado mucho esta cuestión.

  4. Transporte público en lugar de coche: siempre que sea posible, caminar, ir en bici o en transporte público.

  5. Informarse y difundir lo aprendido: economía, negocios y política nos quieren hacer creer que los biocombustibles son amigables con el medio ambiente y las plantaciones de palma pueden ser sostenibles. Salvalaselva.org informa sobre las consecuencias de la expansión de las plantaciones de palma y las campañas pueden difundirse fácilmente en todas las redes sociales.

Además:

  1. Peticiones y presión política: las peticiones online ayudan a presionar a los políticos responsables de las políticas de biocombustibles e importaciones.

  2. Hacer ruido: manifestaciones y acciones directas creativas en la calle llaman la atención de la gente y de los medios. Así también crece la presión sobre los políticos.

Más información:

Preguntas y respuestas sobre aceite de palma

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