México sigue defendiendo el maíz

Mazorcas de maíz de diversas especies Variedades de maíz

14 oct 2013

En Mexico, centro de origen del maíz, organizaciones continúan defendiendo el maíz frente al embate de las grandes empresas productoras de semillas transgénicas como Monsanto, Pionner o Dow AgroSciences que quieren introducir el maíz transgénico y dominar el mercado.

Aristegui noticias informa desde México que el juzgado décimo segundo de distrito en materia civil en el DF determinó suspender el otorgamiento de permisos de liberación comercial de maíz transgénico en México y dio inicio al juicio sobre este tema, en el que están demandados dependencias del gobierno federal como Sagarpa y Semarnat -quienes otorgan esos permisos- y empresas como Monsanto.

En Noticias MVS, primera emisión, representantes de asociaciones civiles e investigadores que impulsan el rechazo al maíz transgénico detallaron la medida precautoria gracias a una demanda colectiva.

Señalaron que el litigio lo iniciaron 53 personas y 20 asociaciones civiles, quienes defienden la suspensión de permisos comerciales del maíz.
René Sánchez Galindo, de la asociación civil Colectivas, defendió su derecho a acceder a la diversidad biológica del maíz y consideró que no se debe hacer un experimento en el ambiente.

Por su parte, el investigador Antonio Turrent Fernández, presidente de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad, sostuvo que los ciudadanos tienen derecho a una alimentación que no haga daño y variada.
Turrent apuntó que México “somos el centro de origen del maíz”, por lo que consideró que ese alimento es “patrimonio de todos”.

Ejemplificó que en caso de avanzar el maíz transgénico en nuestro país, “cualquier maíz contaminado sería propiedad del empresario” y no de quien lo trabaja; incluso, Monsanto podría reclamar pago de regalías.

“Contra quienes se pueden ir es contra la industria mexicana de producción de semillas”, apuntó. Y refirió que el asunto podría terminar en una negociación entre multinacionales y el gobierno mexicano, por lo que éste último tendría que pagar regalías.

El investigador expuso que pocos países comen directamente los granos del maíz y en el caso del transgénico se “asocia con un daño crónico subclínico en los modelos que se ha probado”, daño parecido al que provoca el tabaco.

Adelita San Vicente Tello, directora de Fundación Semillas y quien encabeza el litigio, expuso que han realizado diferentes acciones y hasta ahora, con la suspensión de un juez, se podrá entrar al fondo del conflicto, “entrar al gran debate”.

Expuso que en medio de esto está la producción campesina y la alimentación de los mexicanos.

“El juez dice suspéndase todo lo que está en curso”, refirió.
Tello cuestionó si México -como principal consumidor- en verdad necesita del maíz transgénico o quienes necesitan implementarlo se mueven por intereses de las empresas.

“Toda Europa ha rechazado estas tecnología”, sostuvo.

En agosto pasado, Monsanto reconoció, en una carta enviada al secretario de Agricultura, Enrique Martínez, su “compromiso para seguir colaborando con las autoridades en el proceso para obtener la autorización que nos permita el uso comercial de estas semillas”.

El maíz transgénico es aquel al que se le introducen artificialmente características biológicas nuevas provenientes de otras especies de plantas, animales o bacterias, para que adquiera capacidades inusitadas como la resistencia al uso de herbicidas, que la propia planta adquiera la propiedad matar insectos que la atacan o bien, que sus semillas pierdan la propiedad de reproducirse naturalmente, si no es mediante la intervención de candados químicos. Se trata, pues, de la creación de nuevas variedades que no existen en la naturaleza, sino que han sido creadas de manera artificial.

En la misma línea, este sábado más de 500 ciudades de 52 países marcharon contra la empresa Monsanto, el gigante estadounidense de biotecnología y alimentos modificados. La convocatoria, difundida por redes sociales anuncia las actividades como parte del Día Global de Acción contra Monsanto, que se realizará durante cuatro jornadas antes del Día Mundial de la Alimentación, el próximo 16 de octubre.

Más información:

Un paso adelante para rechazar a los transgénicos

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