Cerrarle el grifo a Tesla: gigafábrica en Alemania, minería en los países del Sur global

Pancarta colgante con leyenda en inglés "El agua es un derecho humano" (Water is a Human Right) pendiendo de los árboles en el campamento contra la expansión de la gigafábrica de Tesla en Grünheide El agua es un derecho humano, dice la pancarta en la ocupación del bosque para impedir la expansión de la gigafábrica de Tesla en Brandemburgo, Alemania (© Tesla Stoppen) Pancarta "Detengan la minería de níquel", sostenida por Stefanie Hess und Boboy Simanjuntak junto a otros participantes en la protesta en contra de Tesla Detengan la minería de Níquel en Indonesia, compañeros de Salva la Selva en Alemania se acercaron a acompañar las protestas (© Rettet den Regenwald e.V.) Extracción de níquel en Sulawesi Central Destrucción de la selva tropical en Sulawesi Central, Indonesia, para la expansión de la minería de níquel para los vehículos eléctricos (© WALHI Sulsel) Bienvenida a la gigafábrica de utopía © Rettet den Regenwald e.V.

14 mar 2024

Activistas ambientales se encuentran manifestándose contra los planes de ampliación de la gigafábrica de Tesla, situada cerca de Berlín en Grünheide, Brandenburgo, mientras varias decenas de activistas ocupan un pinar amenazado instalando un campamento de casas en los árboles. Critican también el elevado consumo de agua de Tesla. Es la única fábrica de automóviles europea de Tesla.

Salva la Selva se acercó para participar en la manifestación. Un par de policías merodeaban, mientras la iniciativa Stop Tesla (en alemán, Tesla Stoppen) y la Alianza “Cerrar el grifo a Tesla” (en alemán, Tesla den Hahn abdrehen) activaban pacíficamente acciones contra los planes de expansión de Tesla en otras 100 hectáreas de tierra que actualmente albergan un pinar. Preocupa el impacto ambiental y social, tanto local como globalmente.

Tesla no gracias”, es una de las consignas de la protesta de la Alianza Cerrar el Grifo a Tesla, junto a “Tesla nos roba el agua”

En una consulta oficial, la mayoría de la población afectada votó por el NO a la ampliación y piden al ayuntamiento que vote en contra, a lo que el consistorio no está obligado, ya que no es vinculante. Las autoridades, delante de Tesla, “Simplemente, cierran los ojos”, dice una representante de la Alianza en conferencia de prensa.

La iniciativa “Stop Tesla” ha construido un campamento de casas en los árboles -a alturas entre 8 y 10 metros- con miras a impedir la tala del pinar. El campamento está situado en el lugar previsto para la ampliación, entre la fábrica de Tesla y la estación de tren Fangschleuse. Las autoridades toleran la protesta en principio sólo hasta el 15 de marzo, por lo que -después de una rápida visita de Elon Musk a su gigafábrica el pasado día 13 de marzo- pretenden levantar el campamento hacia el fin de semana. Para impedirlo, las personas manifestantes han solicitado una prórroga para poder permanecer en el lugar. Mientras, por si acaso, se preparan con talleres y actividades para una posible evacuación.

“Nuestra protesta no se va a levantar tan fácilmente, nos quedamos”, dice alto y claro Caro Weber, de la Ocupación del Agua (Wasserbesetzung).

La empresa apunta a duplicar su capacidad de producción desde el objetivo actual de 500.000 coches al año hasta un millón. La ampliación afecta a la zona de protección del agua. La gigafábrica utiliza tal cantidad de agua, que muy pronto, los habitantes de Grünheide tendrían que racionar su uso. Tesla quiere construir “un patio de carga, almacenes y una guardería empresarial” junto a la fábrica, la cual ya ocupa 300 hectáreas. Entre otras cuestiones quieren facilitar el acceso al ferrocarril, y permitir la fabricación de todavía más automóviles en Grünheide. Según la empresa, actualmente trabajan en la fábrica de Grünheide unos 12.500 empleados, que hasta hace poco producían 6.000 coches por semana, es decir, 300.000 vehículos al año.

Durante la manifestación y rueda de prensa, dos activistas de Botswana and Zimbabwe, aportaron su testimonio acerca de la situación que atraviesan muchos países de la región. A la guerra y el genocidio que tiene lugar en Congo se suman situaciones de conflicto provocadas por el extractivismo para la movilidad europea, ya que en África muchas personas no tienen acceso a electricidad, y ni hablar de vehículos eléctricos.

La dimensión de la destrucción supera lo tolerable por el ser humano en nuestras comunidades locales ¿Es eso justicia? No hemos creado esas situaciones pero las sufrimos. ¿Qué pasa con nosotros? Imagínense si eso sucediera aquí ¿Es lo que quieren? ¿Es el mundo que queremos? ¿El futuro para nuestros niños?

Steven, Friday for Future Africa

Algunas organizaciones como Salva la Selva se están uniendo a las protestas en solidaridad con las demandas de la iniciativa Stop Tesla, ya que son significativamente similares a las de nuestras organizaciones aliadas en los países del Sur global.

La expansión de la movilidad eléctrica ya dejan sentir sus efectos en Indonesia con la destrucción de la selva tropical. La carrera mundial por un crecimiento económico supuestamente verde es un error fatal. El consumo de recursos aumenta a costa de la biodiversidad, el clima y la población de los países del Sur que cuentan con los recursos minerales.

Marianne Klute de Rettet den Regenwald e.V.

Muchas minas y plantas de procesamiento están situadas en selvas tropicales, dando lugar a graves conflictos por la tierra y contaminando el aire, el suelo, los ríos y el mar. El hambre de materias primas de Tesla está contribuyendo notoriamente a la destrucción de los ecosistemas tropicales y de los medios de vida de la población de África, Asia y América Latina.

La destrucción para la extracción de níquel en Indonesia no es un caso aislado. La extracción masiva de metales también se está produciendo en otros lugares del mundo, como es el cobre en Ecuador y el litio en Chile, Bolivia, Argentina y también en Brasil. Se trata de un ataque masivo a los bienes comunes de muchas comunidades alrededor del mundo.

Guadalupe Rodriguez, de Salva la Selva

 

Argumentos de la protestas contra TESLA

Rechazo

La mayoría de la población rechaza la ampliación por los impactos ambientales y sociales, por lo tanto se trata de una cuestión democrática

Deforestación

Para la ampliación de la fábrica, tendrán que talar unas 100 hectáreas de bosque en Grünheide.

También se destruyen bosques y selvas en países tropicales y otros para la minería de los metales con los que se fabrican los vehículos eléctricos.

Aguas

Según mediciones oficiales, la gigafábrica de Tesla en Grünheide superó algunos valores permitidos de aguas residuales, poniendo en peligro el agua potable.

La minería metálica en todo el mundo también contamina y acapara grandes cantidades de aguas.

Bienestar local

Se antepone el lucro de Tesla al bienestar de la población local

Límites al crecimiento

No se puede seguir creciendo eternamente y a costa de las vidas humanas es un argumento que se quiere dejar claro.

Conflicto por el uso de las tierras

Las 100 hectáreas en conflicto en Grünheide constituyen un botón de muestra de lo que suponen los conflictos por la tierra en torno a la extracción de metales alrededor del mundo para alimentar la producción, por ejemplo de vehículos eléctricos en fábricas como la de Grünheide.

Sobreexplotación de recursos materiales globales

Para los vehículos eléctricos se utilizan metales como níquel, cobre, cobalto y litio que se obtienen con graves consecuencias en muchos países del mundo.

Vehículos eléctricos no son la solución

“No hay autos limpios, sólo mentiras sucias del capitalismo”. Movilidad eléctrica no es la solución a la catástrofe climática, en su lugar, se necesita mejor y más transporte público y gratuito, es decir, un cambio en las formas insostenibles en las que se lleva a cabo la movilidad -privada e individualmente-.


  1. la mayoría de la población afectada votó por el NO a la ampliación3.499 residentes votaron no a la ampliación y 1.882 votaron a favor. En la encuesta participaron unas 5.400 personas. Según la comunidad, la participación fue de más del 70 por ciento. Se permitió votar a todos los residentes de Grünheide mayores de 16 años que hayan vivido en la comunidad durante al menos tres meses.

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